miércoles, 24 de abril de 2013

Bienvenido al apasionante mundo de los Blogs

Bienvenido  nuestro amigo Manolo Moliner. Incansable promotor de su tierra, Villafranca, nos va a relatar las rutas que van hacer por los viejos caminos de interior de Castellón. Vamos a descubrir el impresioante trabajo realizado con la piedra a lo largo de generaciones que han dejado un legado que vale la pena conocer.
Mucha suerte y animo
.http://vaamunt.blogspot.com.es/
 


domingo, 7 de abril de 2013

Pascua 2013 : Sierra de Cazorla





 Esta Semana Santa un grupo de amigos decidimos pasarla en la Sierra de Cazorla. Dicho y hecho. Una vez puestos en marcha, con todo casi organizado, nos dispusimos  disfrutar de unos días de ¿descanso? Jejeje. Por decir algo. La cantidad de sitios que queríamos visitar y las rutas que queríamos hacer, no dejaban mucho tiempo libre.
En el viaje de ida decidimos parar en Alcaraz a visitar este peculiar pueblo.  Nos quedo muy claro que hace muchísimo frio cuando hace aire, y que allí reside y trabaja la ultima artesana de las alfombras  de Alcaraz, muy valoradas en el mundo entero. También vimos que se trata de un pueblo con mucha historia como reflejan sus monumentos y sus calles.
Continuamos viaje hasta Cazorla, pero hicimos una parada en casa de mi hermano  para degustar unas típicas migas de harina, que con todos los ingredientes que les sirven de guarnición, resultó una comida de los más variada y colorida. La mesa estaba preparada para poder degustarlas como antaño, es decir, la sartén en el centro, y  todos alrededor. Los postres, el café y una amigable charla, nos tuvo entretenidos toda la sobremesa. Muchas gracias a mi familia por el recibimiento que nos hicieron y el trabajo que se tomaron.
Más tarde, un reconfortante paseo por la vieja Cazorla nos llevo a descubrir su historia, sus callejuelas  y sus secretos.  Entre ellos,  que para poder edificar la iglesia de Santa Maria a lso pies del Castillo, como no había plaza ni terreno llano, se hizo una bóveda impresionante para salvar un importante riachuelo y hacer los cimientos de la iglesia. Eso son obras, que resisten 500 años y más.  Ya solo nos quedaba desplazarnos hasta Arroyo Frio, lugar donde habíamos alquilado dos casas para pasar estos días.  Una cena de tapas culminó un día ajetreado.
Al día siguiente, la ruta prevista requirió que los más andarines madrugaran para hacer los 25 km que hay en el sendero del rio Borosa, hasta la laguna de Valdeazores. Los demás, menos acostumbrados a estas distancias, íbamos a hacer solo un tramo de 11 km.  
Esto era lo previsto, pero las lluvias exageradas de este invierno condicionaron un poco las caminatas de ambos grupos. Un derrumbe de tierra, arboles y barro al comienzo del sendero  hizo que todos nos llenáramos de barro hasta las orejas, y lo digo literalmente.  La muy andarines  dieron un rodeo y volvieron hacia atrás para poder ver la Cerrada de Elias, impresionante estrecho con las aguas a gran velocidad bajo los pies, ya que solo una pasarela metálica permite el paso por la Cerrada.  A partir de ahí, todo el esplendor de la sierra les acompañó.  El agua, siempre presente en riachuelos, cascadas y saltos, les hizo desfrutar del paisaje y de la fotografía. Tardaron 6 horas en subir 15 km!!!
Las menos andadoras, nos volvimos desde donde estaba cortado el sendero y disfrutando de la tranquilidad del día, les preparamos la comida a los aguerridos senderistas. Una vez todos juntos, cansados pero contentos, nos fuimos a nuestras casas a poner en marcha las chimeneas. Ardua tarea que Manolo y Rafa consiguieron llevar a cabo para deleite de los demás.   Por la noche dimos un paseo por el pequeño pueblo para ver donde cenábamos y  la buena temperatura nos invito a cenar en una terraza cubierta. Craso error!!! Un chaparrón repentino que se acabo tan como empezó, acabo con la buena temperatura. Menos mal que las chimeneas habían hecho su papel y las casas estaban muy acogedoras.  Un rato de charla y todos a descansar, que el día había resultado largo.
El domingo amaneció lloviendo, y toda la noche había sido así. Esto nos hizo cambiar de planes, ya que la ruta prevista,  el sendero de la Osera, en la Sierra de las Villas,  estaba en malas condiciones debido a las lluvias que desbordaban el pantano  de Aguascebas y el fuerte desnivel de la misma.  Mientras dos parejas se dedicaron a recorrer en 4x4 las zonas más inaccesibles  del Parque, los demás hicimos el recorrido facilito del mismo. La visita a la Torre del Vinagre, y la pequeña ruta de la Cerrada de Utrero. También pudimos  disfrutar de la cantidad de agua que llevan los saltos y ríos en esta zona. La cascada de Linarejos lucia sus mejores galas para la ocasión.
A mediodía ya estábamos todos juntos de nuevo, y pudimos  compartir una deliciosa comida en el restaurante Asador.  Ya habíamos cenado allí la primera noche, y nos volvió a sorprender la familiaridad con la que los jabalíes acuden a las cercanías del pueblo para alimentarse.  Parecen más domésticos que salvajes.  La comida resultó de lo más divertido, sobretodo por los rifirrafes que el camarero y nuestra nueva compañera Beatriz sostuvieron toda la comida. Bea ha sido una gran adquisición para nuestro grupo.  Muy divertida.
El tiempo lluvioso y el calorcito de la chimenea nos permitió dormir una siesta de las que hacen época!!!
Por la noche, los chicos organizaron una cena casera de lo más apetecible. Tostaron pan en las brasas. Embutidos, quesos,  pates, aceitunas y frutas. Una cena deliciosa.  Las bromas de Fernando, la conversación y los gin-tonic  amenizaron la noche.
Para terminar nuestro viaje, pasamos por la cooperativa de Santo Tome a comprar aceite  y despedirnos de mi familia. Desde allí, nos dirigíamos a Baeza, a hacer una breve visita. Pero la lluvia, las obras y un GPS algo patidifuso, nos llevaron literalmente, por los “Cerros de Ubeda”. Un rodeo sin precedentes por los olivares, que sirvió para que mis amigos conocieran la Andalucía  rural y esplendorosa, con los olivos cubriendo las inmensas lomas.  Terminado el “rodeo” de 25 km, llegamos a nuestro destino, el museo  de la cultura del aceite, en Puente del Obispo.
Una antigua hacienda, la de la Laguna, que se ha convertido en una fundación para proteger el legado cultural del aceite de oliva. Una muy interesante  visita. El complejo  dispone de una Escuela de Hostelería, donde degustamos  una excelente comida. Este fue el punto final de nuestro viaje. Alguna cosas han quedado en el tintero, pero será para la próxima vez.











y las demas fotos, con musica



Y Gracias a todos por la paciencia. Y a Vicente, Jose Manuel y Manolo por las fotos. Dedicado a Paco, Manolo y Begoña, que los echamos muchisimo de menos.