Pero íbamos equivocados. José Manuel estaba dispuesto a poner un broche de oro con la última ruta. Nada mas llegar a la zona de Gúdar, Teruel, nos esperaba una “previa”: visitar la Fuente Narices, un arco natural y una cascada en un pequeño barranco que encontramos cerca de la carretera. Como siempre pasa en estas visitas, la espectacularidad del lugar da pie a recrearse con las fotos y la conversación. Y el reloj corría. Al volver a los coches, apenas unos Km más adelante, nos volvimos a parar en otra “previa”. Pero antes había que reponer las fuerzas que aún no habíamos gastado…jejeje. Después nos adentramos en otro pequeño riachuelo que nos llevó al paraje de Los Chorros, otra cascada y otra sesión de fotos.

Así, calados hasta los huesos llegamos al restaurante. Fueron súper amables dejándonos papel para secarnos y que ocupáramos casi todo el bar con nuestras mochilas y botas. Enseguida no pusimos a comer y fue curioso que la misma sopa del menú que por la mañana nos parecía poco apropiada para la época nos viniera tan bien para entrar en calor. La comida de despedida fue amena y divertida y como a José Manuel le habían parecido poco las dos extensiones de por la mañana quería que subiéramos hasta la Ermita para bajar la comida. El motín no se hizo de esperar…jejeje…entre que aún íbamos mojados y que la Ermita no era tal, sino el cementerio del pueblo, pues no le hicimos mucho caso. Nos despedimos con mucho cariño y cierta tristeza hasta Septiembre. Espero que no falte nadie.
1 comentario:
Hola, Merche, a mi también me pasó igual que tu: Me emocionada de todo. Qué ilusión me daba.
Tu relato me ha encantado y las fotos son preciosas. Son... fruto de esa entrañable emoción.
Feliz verano, amigos.
Abrazos.
Luis.
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