La cara del bebé es casi perfecta. Las orejas pequeñas y pegadas a la cabeza. La nariz, chatita. Y los ojos rasgados, casi siempre cerrados. El bebé es muy dormilón. Y en su cara se reflejan todas las cosas que pasan por su mente: igual hace pucheros, que sonríe o pone cara de susto. Levanta las cejas, o mueve la naricilla.
Pero cada parte de la cara quiere tener su protagonismo. Los ojos quieren ser los más populares, se abren a veces y todos se quedan embelesados…”¿son negros? No, marrones como los de papá…”
La nariz es muy importante, y lo sabe. Es chatita para poder mamar bien, pero ella se hace la interesante y deja que todos se pregunten de quien la habrá heredado….” La abuela es chata…si, pero la mamá la tiene igual…” etc. Mientras, ella, la nariz no dice nada. Como mucho, estornuda para provocar unos …ATCHISSSSSSSS!!! muy divertidos
La barbilla también se deja observar. …”Tiene hoyuelo o no… es como la de papá….o quizás no”.
El pelo, moreno, se resigna a ser poco popular. No puede ser de otra forma. Todos en la familia son morenos. Si al menos hubiera sido pelirrojo, habría sido el gran protagonista de esta cara. Pero siendo moreno, se relaja y deja que los demás luchen por ser los “protas”.
Las orejas están un poco apartadas de todo, y se sienten satisfechas de su perfección.
La boca es muy comentada y también lo sabe. Además, todos están de acuerdo. Es la boca de su papi. Ella se siente importante. El papi es muy simpático y ella está contenta de ser la protagonista de la cara.
Y ya está todo, no? La cara está contenta. Todo es normal. La boca del bebé es la más famosa y los demás se han conformado….¿¿o no??
No. Hay una parte de la cara descontenta. Son los mofletes. Al nacer alguien dijo que el bebé no tenía cara para darle besitos, de tan pequeña que era. Y decidió hacer algo. Empezaron a crecer, a ponerse lustrosos, apretados y gorditos.
Ahora los mofletes tienen cada vez más protagonismo, dominan toda la cara. Las demás partes están un poco enfadadas. Como es posible? TODOS comentan los mofletes que tiene el bebé. Pero si los mofletes no son importantes, como ha podido pasar esto?
La cara es una revolución. Todos contra todos. Los ojos dicen que no pasa nada, que si se fijan en los mofletes, por algo será. Quizás si ellos fueran azules, se fijarían en ellos, pero son negros…o marrones….
La nariz si se enfada un poco, pero entiende que los que miran tienen razón: menudos mofletes!!! Casi se están comiendo la boca.
Las orejas dicen que a ellas no se sienten afectabas…son tan perfectas!!!
La boca se ve seriamente amenazada….lo mofletes cada vez son más grandes y eso hace que los labios parezcan pequeños, escondidos entre esos dos esplendidos mofletes.
Además, estos, están muy crecidos, muy ufanos y contentos….”¡¡JA!! ¿Con que no había cara, eh??”…dicen a todos los demás.
Se pide una reunión urgente de todos los miembros de la cara: Hay que hacer algo!!
Los ojos no saben que decir…¡¡¡ tienen siempre tanto sueño!!!
La nariz está agotada…¡¡¡He estado resfriada, que queréis, no tengo fuerzas!!!
El pelo pasa de reuniones. Allí arriba no se ve nada de la cara.
Y la barbilla, tampoco se da cuenta de nada.
La boca se queda sola. Está terriblemente preocupada. Esos mofletes amenazan su protagonismo. Además, casi se está cerrando!! No tiene casi sitio para su principal trabajo: alimentar al bebé!!! Algo tiene que hacer. Esa noche tiene pesadillas. Los mofletes han crecido hasta impedirle abrirse. Los labios están plegados a lo alto. Se despierta sudando….
Si eso ocurre, el bebé no será todo lo guapo que se espera de él. Los labios. Ellos le van a ayudar. Habla con ellos. …”¿No os dais cuenta de que vais a acabar sin sitio ni para comer?..” Los labios asienten: ..”tiene razón la boca, vamos a tener que hacer algo…”
Se ponen a pensar y toman una decisión. Será una larga batalla.
A una hora en punto, se ponen de acuerdo y se moverán a la vez: el labio superior, empujara a la derecha, obligando al moflete derecho a retirarse un poco. Y a la vez, el labio inferior, empujará hacia la izquierda, haciendo que el moflete izquierdo se retire hacia afuera.
Los mofletes se quedan sin palabras. …”Que está pasando? Nos empujan!!! Como se atreven!!!...Si nosotros somos los más famosos de esta cara!!! “
Así pasan varios días…los labios haciendo fuerza hacia a los mofletes, y estos creciendo y poniéndose cada vez más grandes y apretados.
Pero los labios y la boca se dan cuenta de que están desorganizados….si cada uno empuja hacia un lado, se pierde fuerza y además la cara hace como una mueca.
Y un dia cambian de estrategia: empujan más fuerte y hacia los dos lados a la vez…
El labio superior se extiende hacia la derecha y la izquierda a la vez….El labio inferior, imita a su hermano. Juntos hacen mucha fuerza. La boca ayuda desde dentro y los mofletes se asustan mucho.
El bebé está despierto. Los ojos miran atentos la cara de mami que le dice cosas. La nariz ya no tiene mocos y también está atenta. El pelo, alborotado por la lucha que hay en la cara, parece pasarlo bien. La barbilla nota las cosquillas que le hacen los labios con sus movimientos.
Y ocurre algo asombroso.
La fuerza de los labios empujando y los mofletes en retirada, crean al verdadero protagonista de la cara. La sonrisa!!!
Pau tiene casi dos meses, y una preciosa sonrisa se dibuja en su cara. Todas las partes están de acuerdo: ella es la protagonista definitiva. La sonrisa de Pau.