sábado, 19 de julio de 2008

Etapa 3




























Dia 24 de Julio de 2007 – 3ª etapa
Pamplona – Puente la Reina
Nos levantamos temprano y salimos hacia Pamplona. Después de muchas vueltas para aparcar, Javi decide llevar el coche hasta Cizur y que nosotros vayamos por el camino. Él nos espera allí.
La salida de Pamplona está muy bien señalizada y discurre por parques, zona nueva de la ciudad y el Campus Universitario, hasta el puente medieval que sale de la ciudad. En una hora estamos en Cizur Menor y allí nos espera Javi.

Visitamos la iglesia Sanjuanista, que pertenece a la orden de Malta y nos sorprenden un grupo de peregrinos que cantan y rezan sin que haya ningún sacerdote. Por lo visto han dormido en la misma iglesia y deben de ser muy religiosos.
Toda esta zona tiene una historia militar-religiosa muy importante. Las ordenes militares de la época de las cruzadas han dejado su huella en muchos edificios. Si fuésemos capaces de verlas, hay señales en todas partes.
Estamos tan fatigadas que nos hacemos fotos hasta de nuestra sombra. Al parecer van más rápidas que nosotras Será el calor??Este camino tiene un detalle que también vimos mas adelante: hay bancos para sentarse. Cerca de Zariquiegui hay uno, junto a una placa de un peregrino fallecido. Pobre, debió de de verse tan lejos de Pamplona y tan lejos del Perdón.
Después empieza el ascenso al Perdón. Le tenemos algo de miedo, ya que en las guías lo ponen de 3 botas, es decir con mucha dificultad. Pero la
subida es escalonada y no parece para tanto. De todos modos yo tengo una pájara de cuidado y no voy ni cara al aire. Me van esperando todos, sobretodo Mari, que como ella dice, la sangre “tira mucho”La subida es larga, pero las vistas son espectaculares. Nos cansamos pero sabemos que vale la pena.
La fila de molinos que vemos a los lejos nos hacen desear llegar, aunque cada vez cueste más.
Van tirando de mí y consigo llegar al alto. Un sitio muy pintoresco, con buenas vistas a ambos lados y el monumento que la empresa de los molinos de viento ha puesto allí para limpiar su conciencia por el atentado que cometieron al paisaje.
También me tengo que quitar el sombrero ante Javi. Esta echo un torero. Ni una ampolla ni una queja. El próximo año que pida la credencial, que ya ha hecho medio Camino. Empieza el descenso y aunque yo lo prefiero a las subidas, no deja de ser peligroso. Además, hace calor y se aprovecha cada sombra para refrescarse.
Bajando vemos a una pareja de nórdicos con un bebé. Es muy curioso, porque el niño está de lo más feliz colgado de la mochila de su padre. Va saludando a la gente.
También vemos a una familia francesa que lleva 4 niños, entre 8 y 13 años. Nos llama la atención como suben y bajan y cómo juegan a imitar las figuras del monumento. Sus mochilas son tan grandes como la mía. Les hacemos fotos.
Paramos a refrescarnos en Uterga y en el bar vemos de nuevo al italiano “arrimando” a otro grupo.
Éste llega gratis a Santiago. Gente increíble.
Hacemos recuento de los Km que nos quedan y se nota que no se nos dan bien los mapas. Entrando en el pueblo de Obanos, pensamos que ya estamos en Puente la Reina.
La verdad es que este pueblo es precioso. Tiene una plaza muy medieval y con un ambiente tranquilo. Pero no es nuestro destino y seguimos andando.
Llegamos a Puente la Reina y cumplimos con el rito de la firma de credenciales. Nos refrescamos los pies en una fuente que hay en la plaza donde está el albergue. Aquí vemos a Julián y a Jesús, compañeros de Rafa que nos cuentan que se han juntado con Karen, una peregrina inglesa que va mas deprisa y deciden unirse a ella. Quieren llegar a Logroño en 2 días y ella lleva un buen ritmo. Nos despedimos de ellos.
También aquí conocemos a gente curiosa. Un peregrino que viene de vuelta. Había salido de Pamplona hacia 2 meses y ya solo le faltaba una etapa para llegar a casa. Llevaba mas de 200 sellos!! Y estaba más negro que un carbón. Nos da mucha risa.
Cada nueva etapa terminada es como un pequeño éxito. Nunca pensé que lo conseguiríamos, pero hemos llegado hasta aquí, y estamos contentos de ello.
Impresionante el puente de los peregrinos. Es el más fotografiado del Camino y no me extraña. Te quedas impactado cuando lo ves.
Es muy bonito y esta muy bien conservado. Todo el pueblo en general en como un museo del Camino.
No puedo decir lo mismo de los lugareños. Eran fiesta y estarían agotados, porque hasta tomar un café nos costó trabajo. Un poco ceñudos los Puentanos.
Antes de esto habían llegado Uchi y las nenas y nos vamos al río a comer. Con las niñas siempre estamos bien. Son tan graciosas!!! Se hacen fotos muy divertidas y juegan a ser peregrinas.
Ya en Azanza visitamos la iglesia del pueblo, y la dueña de la casa nos cuenta cosas curiosas estas montañas. Nos dice que las mujeres del pueblo, cuando van a misa, se sientan en unos bancos atrás de la iglesia y que los hombres se sientan delante. El motivo no es otro que sentarse en el sitio donde están enterrados sus antepasados, ya que antiguamente los enterraban en la iglesia (sí podían pagarlo, si no, los enterraban en el patio).
También nos enseñó el ganado y nos contó que el campo no es rentable si no tiene muchas propiedades. Ella y sus hijos tienen casi todo el término y casi todas las casas. Las han rehabilitado y las alquilan para turismo rural. Una mujer maja y parlanchina. Hace buenas migas con Rafa.
Las niñas nos ayudan a reponernos cada día, pero estamos tan cansados que nos vamos a dormir pronto.
Es una pena porque habíamos hecho muchos planes para pasarlo bien con ellas.
Menos mal que son muy buenas y se conforman con todo.

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