Día 30 julio de 2007 – 8ª etapa
Najera – Sto. Domingo de la Calzada.
Salimos muy pronto. Siempre madrugamos porque nos da miedo el sol. No reímos con Rafa que nos cuenta como anoche aprendió a hablar japonés. Esta anécdota es mejor que la cuente en persona. Escrita pierde gracia.
Como decía, salimos a 5.30 y una chica gallega, Begoña, nos pide ir con nosotros, ya que va sola y le da miedo ir de noche.
Al rato pillamos a Teodoro, un misionero de 76 años y que de momento es el único al que hemos adelantado.¿¿?? Este hombre ha estado en África 25 años y al volver a España dice que no la conoce. No comprende el racismo que hay, ni la violencia, ni la postura de la iglesia oficial con respecto algunos asuntos. Sus retos son aprender informática, euskera, y hacer el Camino. Todo eso con 76 años!!!
Begoña dice que quiere adoptar una chinita, pero que se lo están poniendo muy difícil. Debe de ser soltera. Es muy sensible y espiritual. Discute con Teodoro por la postura de la iglesia en la anticoncepción en África, con el problema del sida y el hambre que hay.
Esta es una etapa corta, pero hay algo en nosotros que nos hace no avanzar. Hoy ha sido el rato que hemos acompañado a Teodoro. Pero vale la pena oírle decir que le hemos dado energía para todo el Camino con nuestra charla.
En Azofra desayunamos y nos empieza a pasar el pelotón.
Es nuestro sino.
Joseph, de Alicante, nos adelanta y nos dice que el no parará en Sto. Domingo, que quiere llegar a Santiago y que va a ir mas deprisa. Se despide y nos desea buen Camino.
Sobre las 10 llegamos a Cirueña, que tiene una cuesta de 3 botas. Creía que no podía más. Mis pies y los de Mari van fatal.
Este pueblo es raro. Después de tantos rastrojos y viñas, aparece …¡¡un campo de golf!! En pleno campo y lejos de todo el mundo. Eso sí, con una urbanización de apartamentos, parques y adosados fantasma que da miedo. Allí no vive nadie, y solo se ven los obreros y los aspersores regando el césped.
A su lado, el pueblecito, encantador y muy tranquilo. No entiendo nada.
Vemos a una perdiz con sus pollitos. Intentamos hacerles fotos, pero van muy rápidos.
Como no, aquí almorzamos. Nos pedimos unos bocatas y a nuestro lado se sientan unas peregrinas vascas muy graciosas que al vernos deciden almorzar ella también. Se ríen cuando Rafa dice que como anoche cenamos melón, ahora nos vamos a vengar. Ellas dicen que el Camino no solo es caminar, sino disfrutar de todo y que son buenas comedoras como nosotros. Se llaman Rosa y Amaya y son muy divertidas. Nos prestan una aguja para que Mari se cure los pies en una fuente que hay al lado.
A ellas se les ha acoplado José Luís, una catalán andaluz con mucha guasa, casi demasiada. A una andaluza seria como yo, estos excesos de “simpatía y grasia” nos agobian un poco.
Vemos un campo con lúpulo, un tipo de cultivo que no había visto nunca.
Por aquí se nos acerca otro peregrino y nos cuenta que es de Benifaio!!! Es el farmacéutico de allí. Realmente el mundo es un pañuelo. Vamos un rato juntos. Le decimos que somos de Sagunto y él nos cuenta que el año pasado hizo Roncesvalles – Logroño y tuvo una anécdota muy graciosa con unos chicos de que eran de Sagunto.
Iba en el autobús desde Valencia y detrás de él dos chicos no paraban de reírse de una almohadilla que llevaba para el cuello. No les hizo caso y después los volvió a ver en Roncesvalles y allí se saludaron y se enrollaron bien. Hicieron juntos una etapa pero los de Sagunto iban más deprisa y siguieron adelante. Pasó 2 días sin verlos y cuando subía el alto del perdón vio un sombrero que ponía “BOUS AL CARRER” y supo que era de los chicos de Sagunto. Le dio mucha alegría y lo cogió. Pensó en guardarlo de recuerdo, pero cuando llegó a Puente la Reina, en un bar, los vio sentados y les dio el sombrero. Dice que lloraron los 3, porque ellos lo habían pasado muy mal en esa etapa y el chico que Sagunto no había vuelto a por el sobrero cuando se le voló por no andar 100 mt hacia atrás.
Andando andando llegamos a Sto. Domingo de la Calzada. En información nos dieron unos folletos, mapas etc. y nos preguntaron de donde éramos. Les dijimos que de Sagunto y el chico nos pregunto que sí de Sagunto o de Puerto de Sagunto ¿¿¿¿???? Con mucha gracia nos decía que solo los vecinos de este pueblo especificaban tanto, que por ejemplo, si venían de Valencia, nadie les había dicho nunca que vinieran del Puerto de Valencia. Al parecer nuestras disputas locales son conocidas por todas partes. En fin!!
Ya en Santo Domingo, nos gusta todo. Se nota que es un pueblo de peregrinos de toda la vida y hay mucho ambiente del Camino.
El albergue está muy bien, muy típico, en un convento está muy bien cuidado. Tiene un jardín en un patio para descansar. En lo que era la buhardilla del convento están las habitaciones, los baños y la cocina.
Lo inauguró la Reina Sofía. No me la imagino yo a ella durmiendo en un sitio así. Tengo que decir que los albergues en general están bien. Justitos de servicios, pero la gente es educada y respeta a los demás.
Comimos algo de fruta y nos echamos un rato. Por la tarde paseo por la ciudad que es muy chula y visitamos hasta el centro medico de nuevo, esta vez por las picaduras de mosquito. En el ayuntamiento hay un servicio gratuito de Internet y nos ayuda un chico muy amable a mandar las fotos por e-mail.
Ya de vuelta albergue cenamos pasta que nos cocinamos nosotros y nos reímos mucho con Amaya y Rosa que también estaban allí. Tomamos café con ellas en una terraza (ellas un vasito de leche para dormir) y como a ellas también les gusta comer bien, quedamos para una olla podrida en Burgos. Este día también ha estado muy bien.
Najera – Sto. Domingo de la Calzada.
Salimos muy pronto. Siempre madrugamos porque nos da miedo el sol. No reímos con Rafa que nos cuenta como anoche aprendió a hablar japonés. Esta anécdota es mejor que la cuente en persona. Escrita pierde gracia.
Como decía, salimos a 5.30 y una chica gallega, Begoña, nos pide ir con nosotros, ya que va sola y le da miedo ir de noche.
Al rato pillamos a Teodoro, un misionero de 76 años y que de momento es el único al que hemos adelantado.¿¿?? Este hombre ha estado en África 25 años y al volver a España dice que no la conoce. No comprende el racismo que hay, ni la violencia, ni la postura de la iglesia oficial con respecto algunos asuntos. Sus retos son aprender informática, euskera, y hacer el Camino. Todo eso con 76 años!!!
Begoña dice que quiere adoptar una chinita, pero que se lo están poniendo muy difícil. Debe de ser soltera. Es muy sensible y espiritual. Discute con Teodoro por la postura de la iglesia en la anticoncepción en África, con el problema del sida y el hambre que hay.
Esta es una etapa corta, pero hay algo en nosotros que nos hace no avanzar. Hoy ha sido el rato que hemos acompañado a Teodoro. Pero vale la pena oírle decir que le hemos dado energía para todo el Camino con nuestra charla.
En Azofra desayunamos y nos empieza a pasar el pelotón.
Es nuestro sino.
Joseph, de Alicante, nos adelanta y nos dice que el no parará en Sto. Domingo, que quiere llegar a Santiago y que va a ir mas deprisa. Se despide y nos desea buen Camino.
Sobre las 10 llegamos a Cirueña, que tiene una cuesta de 3 botas. Creía que no podía más. Mis pies y los de Mari van fatal.
Este pueblo es raro. Después de tantos rastrojos y viñas, aparece …¡¡un campo de golf!! En pleno campo y lejos de todo el mundo. Eso sí, con una urbanización de apartamentos, parques y adosados fantasma que da miedo. Allí no vive nadie, y solo se ven los obreros y los aspersores regando el césped.
A su lado, el pueblecito, encantador y muy tranquilo. No entiendo nada.
Vemos a una perdiz con sus pollitos. Intentamos hacerles fotos, pero van muy rápidos.
Como no, aquí almorzamos. Nos pedimos unos bocatas y a nuestro lado se sientan unas peregrinas vascas muy graciosas que al vernos deciden almorzar ella también. Se ríen cuando Rafa dice que como anoche cenamos melón, ahora nos vamos a vengar. Ellas dicen que el Camino no solo es caminar, sino disfrutar de todo y que son buenas comedoras como nosotros. Se llaman Rosa y Amaya y son muy divertidas. Nos prestan una aguja para que Mari se cure los pies en una fuente que hay al lado.
A ellas se les ha acoplado José Luís, una catalán andaluz con mucha guasa, casi demasiada. A una andaluza seria como yo, estos excesos de “simpatía y grasia” nos agobian un poco.
Vemos un campo con lúpulo, un tipo de cultivo que no había visto nunca.
Por aquí se nos acerca otro peregrino y nos cuenta que es de Benifaio!!! Es el farmacéutico de allí. Realmente el mundo es un pañuelo. Vamos un rato juntos. Le decimos que somos de Sagunto y él nos cuenta que el año pasado hizo Roncesvalles – Logroño y tuvo una anécdota muy graciosa con unos chicos de que eran de Sagunto.
Iba en el autobús desde Valencia y detrás de él dos chicos no paraban de reírse de una almohadilla que llevaba para el cuello. No les hizo caso y después los volvió a ver en Roncesvalles y allí se saludaron y se enrollaron bien. Hicieron juntos una etapa pero los de Sagunto iban más deprisa y siguieron adelante. Pasó 2 días sin verlos y cuando subía el alto del perdón vio un sombrero que ponía “BOUS AL CARRER” y supo que era de los chicos de Sagunto. Le dio mucha alegría y lo cogió. Pensó en guardarlo de recuerdo, pero cuando llegó a Puente la Reina, en un bar, los vio sentados y les dio el sombrero. Dice que lloraron los 3, porque ellos lo habían pasado muy mal en esa etapa y el chico que Sagunto no había vuelto a por el sobrero cuando se le voló por no andar 100 mt hacia atrás.
Andando andando llegamos a Sto. Domingo de la Calzada. En información nos dieron unos folletos, mapas etc. y nos preguntaron de donde éramos. Les dijimos que de Sagunto y el chico nos pregunto que sí de Sagunto o de Puerto de Sagunto ¿¿¿¿???? Con mucha gracia nos decía que solo los vecinos de este pueblo especificaban tanto, que por ejemplo, si venían de Valencia, nadie les había dicho nunca que vinieran del Puerto de Valencia. Al parecer nuestras disputas locales son conocidas por todas partes. En fin!!
Ya en Santo Domingo, nos gusta todo. Se nota que es un pueblo de peregrinos de toda la vida y hay mucho ambiente del Camino.
El albergue está muy bien, muy típico, en un convento está muy bien cuidado. Tiene un jardín en un patio para descansar. En lo que era la buhardilla del convento están las habitaciones, los baños y la cocina.
Lo inauguró la Reina Sofía. No me la imagino yo a ella durmiendo en un sitio así. Tengo que decir que los albergues en general están bien. Justitos de servicios, pero la gente es educada y respeta a los demás.
Comimos algo de fruta y nos echamos un rato. Por la tarde paseo por la ciudad que es muy chula y visitamos hasta el centro medico de nuevo, esta vez por las picaduras de mosquito. En el ayuntamiento hay un servicio gratuito de Internet y nos ayuda un chico muy amable a mandar las fotos por e-mail.
Ya de vuelta albergue cenamos pasta que nos cocinamos nosotros y nos reímos mucho con Amaya y Rosa que también estaban allí. Tomamos café con ellas en una terraza (ellas un vasito de leche para dormir) y como a ellas también les gusta comer bien, quedamos para una olla podrida en Burgos. Este día también ha estado muy bien.
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