Dia 17 Marzo de 2008
Burgos- Hontanas
Se nos nota la practica, ya que nos organizamos bien y salimos a las 7. Buena hora ya que la mañana esta fresquita.
Nos volvemos a cruzar Burgos en dirección a la salida y bromeamos diciendo que esta parte nos la tienen que descontar, que la vamos a hacer 2 veces. Recordar que en veranos estuvimos en el albergue de las afueras.
El recorrido por Burgos es como todas las ciudades. Esta lleno de asfalto, fabricas y nuevos barrios. Nuestro deseo es salir cuento antes, ya que durante una hora tenemos la sensación de perder el tiempo, de no avanzar y de estar fuera de lugar.
Hay pocos peregrinos y solo al pasar por El Parral, vemos a alguno que nos pasan rápidos.
Ya empezamos!!! Nos notamos desentrenados y nos entra algo de miedo escénico.
Pasamos por Tardajos temprano y decidimos tomar un bocado, porque no habíamos desayunado.
Desde aquí a Rabé también vamos rápidos. Los pueblos son pequeños y de mucha piedra. Tiene casa muy bonitas junto a corrales para el ganado. Vemos un cuarto para aperos con una puerta de ¡¡ascensor!!
Nos da mucha risa este tipo de reciclaje!!
A Hornillos del Camino que era nuestra meta llegamos a las 12. No queríamos hacer etapas muy largas, pero es que tampoco podemos quedarnos tan pronto en un pueblo tan pequeño donde además no se quedaba nadie.
Decidimos llegar hasta Hontanas, que son 10 km mas. Nos da miedo, pero ya estamos en el camino y no hay vuelta atrás.
El paisaje es un poco desolador, ya que esta muy solitario, pero a la vez, serena el espíritu ver esas suaves lomas tan verdes, tan limpias, tan grandes.
Este tramo se hace muy largo y cuando no podemos mas Rafa nos anima diciendo que se adelanta para acercarnos el pueblo.
Los pueblos esta lejos unos de otros, son pequeños y están escondidos en los valles que forman los ríos y arroyos.
Nos da mucha risa haber buscado en el Camino los famosos “humilladeros” y no haberlos visto. Nos quedamos con la duda de que serán. Quizás son unos “mojones” de muchas piedras.
Hemos hecho pocas fotos, pero es que todo es muy igual.
Sobre las 3 de la tarde llegamos a Hontanas y la verdad es que ha valido la pena.
El Albergue El Puntido en una pasada. Bien atendido, limpio, cómodo y además ya hay un grupo de peregrinos que nos van a acompañar los demás días.
Llegamos muy cansados y tenemos miedo de habernos pasado con estirar la etapa.
Mari lleva un tirón muscular y Rafa una ¡ampolla!
Nos curamos y descansamos un rato. Después, un paseo, pero en media hora está todo visto.
El pueblo es pequeño y gris y no tiene tiendas.¿Cómo haremos para comprar cosas “glamurosas”??
En la cena, que es en el mismo albergue, empezamos a conocer gente.
Joseba, un vasco un poco triste que habla mucho con otro, bueno mas bien escucha porque el otro parece la “radio”.
Alicia, una mujer catalana que hace el camino con sus hijos, Alex, de 12 años y Paula de 10. Son muy valientes, porque no es fácil para un niño andar tanto sin rechistar.
Félix, un chico alemán que vive en Madrid y trabaja de probador de videojuegos en EA. Es vegetariano y muy
amable.
También conocemos aquí a 2 chicas de Madrid un poco atrevidas a las que llamamos las vecinas, porque duermen a nuestro lado una noche.
Luego vienen 4 amigas que llevan un coche-taxi y van muy descansadas
Ya contare mas cosas de ellos. En realidad, en este momento aun no sabíamos sus nombres.
Esta noche descansamos bien, al menos Rafa y yo. Mari lleva mal el tema de los ronquidos.
Burgos- Hontanas
Se nos nota la practica, ya que nos organizamos bien y salimos a las 7. Buena hora ya que la mañana esta fresquita.
Nos volvemos a cruzar Burgos en dirección a la salida y bromeamos diciendo que esta parte nos la tienen que descontar, que la vamos a hacer 2 veces. Recordar que en veranos estuvimos en el albergue de las afueras.
El recorrido por Burgos es como todas las ciudades. Esta lleno de asfalto, fabricas y nuevos barrios. Nuestro deseo es salir cuento antes, ya que durante una hora tenemos la sensación de perder el tiempo, de no avanzar y de estar fuera de lugar.Hay pocos peregrinos y solo al pasar por El Parral, vemos a alguno que nos pasan rápidos.
Ya empezamos!!! Nos notamos desentrenados y nos entra algo de miedo escénico.
Pasamos por Tardajos temprano y decidimos tomar un bocado, porque no habíamos desayunado.
Desde aquí a Rabé también vamos rápidos. Los pueblos son pequeños y de mucha piedra. Tiene casa muy bonitas junto a corrales para el ganado. Vemos un cuarto para aperos con una puerta de ¡¡ascensor!!
Nos da mucha risa este tipo de reciclaje!!
A Hornillos del Camino que era nuestra meta llegamos a las 12. No queríamos hacer etapas muy largas, pero es que tampoco podemos quedarnos tan pronto en un pueblo tan pequeño donde además no se quedaba nadie.
Decidimos llegar hasta Hontanas, que son 10 km mas. Nos da miedo, pero ya estamos en el camino y no hay vuelta atrás.
El paisaje es un poco desolador, ya que esta muy solitario, pero a la vez, serena el espíritu ver esas suaves lomas tan verdes, tan limpias, tan grandes.
Este tramo se hace muy largo y cuando no podemos mas Rafa nos anima diciendo que se adelanta para acercarnos el pueblo.
Los pueblos esta lejos unos de otros, son pequeños y están escondidos en los valles que forman los ríos y arroyos.
Nos da mucha risa haber buscado en el Camino los famosos “humilladeros” y no haberlos visto. Nos quedamos con la duda de que serán. Quizás son unos “mojones” de muchas piedras.
Hemos hecho pocas fotos, pero es que todo es muy igual.
Sobre las 3 de la tarde llegamos a Hontanas y la verdad es que ha valido la pena.
El Albergue El Puntido en una pasada. Bien atendido, limpio, cómodo y además ya hay un grupo de peregrinos que nos van a acompañar los demás días.
Llegamos muy cansados y tenemos miedo de habernos pasado con estirar la etapa.
Mari lleva un tirón muscular y Rafa una ¡ampolla!
Nos curamos y descansamos un rato. Después, un paseo, pero en media hora está todo visto.
El pueblo es pequeño y gris y no tiene tiendas.¿Cómo haremos para comprar cosas “glamurosas”??
En la cena, que es en el mismo albergue, empezamos a conocer gente.
Joseba, un vasco un poco triste que habla mucho con otro, bueno mas bien escucha porque el otro parece la “radio”.
Alicia, una mujer catalana que hace el camino con sus hijos, Alex, de 12 años y Paula de 10. Son muy valientes, porque no es fácil para un niño andar tanto sin rechistar.
Félix, un chico alemán que vive en Madrid y trabaja de probador de videojuegos en EA. Es vegetariano y muy
amable.También conocemos aquí a 2 chicas de Madrid un poco atrevidas a las que llamamos las vecinas, porque duermen a nuestro lado una noche.
Luego vienen 4 amigas que llevan un coche-taxi y van muy descansadas
Ya contare mas cosas de ellos. En realidad, en este momento aun no sabíamos sus nombres.
Esta noche descansamos bien, al menos Rafa y yo. Mari lleva mal el tema de los ronquidos.
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