Día 1 Agosto de 2007 - 10ª etapa
Belorado- Ages
Hoy no hemos madrugado. Tanta “guasa” ayer, que hoy hemos dejado que mueva la gente y solo entonces he llamado a Rafa. Mari ya estaba curándose los pies. Se han ido a las 5.45.
Según me han contado, la etapa ha sido dura, pero muy bonita de hacer. Van rápidos y animados y el paisaje les resulta espectacular.
Dicen que habría sido una pena abandonar hoy por mi, habernos perdido todos el momento de llegar juntos a Burgos.
Solo puedo hablar de oídas, pero pongo fotos de “su” camino.
Yo me he quedado y descansaré hoy, pero solo un rato, ya que voy a coger el autobús de las 7.15, y mejor me espero en S. Juan de Ortega. He desayunado con otro grupo, ya que era otra hora. A las 7 he salido del albergue y siguiendo el camino de otros peregrinos he cruzado el pueblo. El Bus ha llegado enseguida, pero este horario no pasa por San Juan, y me quedo en un parque hasta las 9.30. He aprovechado para poner al día el diario, leer ver el despertar de un pueblo. La gente iba, venia y hacia sus quehaceres cotidianos. Llevamos tantos días en el microcosmos del Camino, que parece que no hay nada mas en el mundo.
Nada mas subirme al Bus la cosa se ha puesto fea. Por las ventanas veía a los peregrinos avanzar cerca de la carretera y la sensación de fracaso es grande. He ido todo el camino llorando. Solo las gafas de sol me permitían un poco de intimidad, ya que la gente me miraba como me limpiaba las lagrimas. Me da rabia y pena no haber podido ir con ellos y encima me han dicho por teléfono que van como motos. De todos modos yo iba fatal y les atrasaba mucho. A ver como me encuentro después de este descanso.
Ya he pasado el puerto de la Pedraja y el paisaje de esta zona de los montes de Oca es muy bonito. Por la hora que es, y ls fotos que ellos han hecho, en este momento, ellos van andando y yo en ¡ese Bus......!
Al llegar al cruce de la carretera donde me deja el Bus me ha dado un poco de impresión, ya que esta en medio de ningún sitio y hay mas de 1 Km hasta Santovenia y 3 más hasta San Juan. Cojo mi mochila, que hoy pesa mas de la cuenta porque les he quitado peso a ellos, y empiezo a andar. De paso por este pueblo intento comer algo por si en el monasterio no hay nada pero es aquí donde no hay nada, nada mas que una fuente. Sigo la carretera y voy observando los campos, donde siguen trabajando los agricultores. Es muy curioso ver las maquinas cosechadoras. Las segadoras, las que formas las alpacas de paja, etc... En poco tiempo, mucho trabajo.
En poca mas de 1 hora llego a San Juan y en un bar me repongo un poco. Para llegar aquí había un “perdoncillo” de cuidado.
De pronto, en una fuente veo a Amaya, Rosa y Carlos. Les pregunto sin han visto a Rafa y Mari y me aseguran que no, lo que resulta raro porque siempre nos adelantan.
Carlos dice que él se queda aquí, que le gusta el sitio para meditar, y de verdad que es un sitio tranquilo. Pero Amaya y Rosa dicen que ellas siguen, que el otro pueblo está muy cerca y que allí ya han quedado con los demás. Yo les pregunto si es que van delante y me dicen que creen que si, porque salieron antes que ellas. Todo esto suena muy raro, porque Rafa y Mari me han dicho que nadie les ha adelantado¿¿??
Me refresco los pies con ellas en una fuente y antes de calzarme llegan los dos “primeros” del día. Llegan muy cansados y polvorientos, pero muy contentos. Mari se refresca los pies mientras pasamos un rato decidiendo si los demás vienen detrás y si irán delante. Al final decidimos seguir, pero antes hacemos una rápida visita a la iglesia de San Juan de Ortega, un sitio un poco misterioso, muy medieval.
De camino hasta Ages vamos rápidos y llegamos en poco rato. Por supuesto, todos estaban allí. Hoy eran ellos los que nos han tomado el pelo a nosotros. Nos dicen que no madruguemos, y han sido ellos los que han salido a las 5.15. ¡¡Liantes!!
Eso sí, nos reciben con mucha alegría, y José Luis y los demás deciden hacer ellos la comida para todos. ¡¡16!!
Nos instalamos en este albergue que ya esta siendo costumbre que sea bueno. Este tiene hasta fundas de almohada limpitas, habitaciones de 8 plazas, y un servicio muy guapo.
Además, nos hemos apuntado para ir esta tarde a Atapuerca, a ver los yacimientos arqueológicos.
En la comida ha sido una risa continua, ya que Rafa les ha contado que ha dejado una nota de que eran los primeros y solo la ha visto Kike, que es el más lisiado, el pobre.
Después hemos descansado un rato y antes de ir a la excursión hemos visto a la coreana. Me ha dado un abrazo muy sentido y yo me he emocionado. Al bajar a recepción Rafa me ha preguntado si sabia quien acababa de llegar y me he puesto a llorar diciéndole que sí. Se ha reído un poco todos, pero los franceses se han puesto a llorar también. Ha sido bonito.
Después, la visita a Atapuerca. Ha estado bien pero yo reconozco que no le doy el valor que otros le dan a estos descubrimientos. Rafa ha disfrutado mucho, incluso ha ayudado al guía en las explicaciones. Pero Mari y yo poníamos cara de póquer. De todos modos solo de ver y oír las cosas que cada uno iba diciendo los hemos pasado bien.
Ha sido divertido ver que el guía recomendar el libro de El clan del Oso cavernario. Reconozco que describe muy bien la era de las cavernas, además de muy entretenido. Se lo recomiendo a Begoña, que demuestra interés en el libro.
De vuelta a Ages tomamos un refresco en la terraza del albergue y como habíamos pedido cena, la dueña nos está haciendo una paella. Bueno, siendo de Valencia seremos críticos, pero hace ilusión comer “paella” en Burgos.
Las risas comentado las batallitas del día empiezan en la terraza, y continúan en la cena. José Luis es un poco exagerado, pero tiene su punto para hacer reír. Eso sí, ha llegado un momento en que Begoña y los franceses casi se ofende cuando ha gastado broma sobre si Santiago era gay. Se ha dado cuenta y ha dejado el tema. Maria, la alemana, ha pagado el vino para todos. Esta tan feliz con la compañía que se le nota en la cara. No dice nada, pero es toda amabilidad.
También ha habido guasa con la nota que Rafa dejó en el camino para que la leyeran todos. Decididamente, somos los más lentos!!!
Rosa y Amaya han dado un paseo con Rafa antes de dormir y han hablado de todo un poco. ¡¡¡Son mas majas!!!!
El albergue de hoy se llama El Pajar, en Ages, y ha sido el mejor hasta ahora.
Hoy ha sido un buen día para mí, aunque tendrán que contar su parte Rafa y Mari, que son los que han andado toda la etapa.
Entre sueños, vemos las caras de todos, como borrosas, pero contentos....
Belorado- Ages
Hoy no hemos madrugado. Tanta “guasa” ayer, que hoy hemos dejado que mueva la gente y solo entonces he llamado a Rafa. Mari ya estaba curándose los pies. Se han ido a las 5.45.
Según me han contado, la etapa ha sido dura, pero muy bonita de hacer. Van rápidos y animados y el paisaje les resulta espectacular.
Dicen que habría sido una pena abandonar hoy por mi, habernos perdido todos el momento de llegar juntos a Burgos.
Solo puedo hablar de oídas, pero pongo fotos de “su” camino.
Yo me he quedado y descansaré hoy, pero solo un rato, ya que voy a coger el autobús de las 7.15, y mejor me espero en S. Juan de Ortega. He desayunado con otro grupo, ya que era otra hora. A las 7 he salido del albergue y siguiendo el camino de otros peregrinos he cruzado el pueblo. El Bus ha llegado enseguida, pero este horario no pasa por San Juan, y me quedo en un parque hasta las 9.30. He aprovechado para poner al día el diario, leer ver el despertar de un pueblo. La gente iba, venia y hacia sus quehaceres cotidianos. Llevamos tantos días en el microcosmos del Camino, que parece que no hay nada mas en el mundo.
Nada mas subirme al Bus la cosa se ha puesto fea. Por las ventanas veía a los peregrinos avanzar cerca de la carretera y la sensación de fracaso es grande. He ido todo el camino llorando. Solo las gafas de sol me permitían un poco de intimidad, ya que la gente me miraba como me limpiaba las lagrimas. Me da rabia y pena no haber podido ir con ellos y encima me han dicho por teléfono que van como motos. De todos modos yo iba fatal y les atrasaba mucho. A ver como me encuentro después de este descanso.
Ya he pasado el puerto de la Pedraja y el paisaje de esta zona de los montes de Oca es muy bonito. Por la hora que es, y ls fotos que ellos han hecho, en este momento, ellos van andando y yo en ¡ese Bus......!
Al llegar al cruce de la carretera donde me deja el Bus me ha dado un poco de impresión, ya que esta en medio de ningún sitio y hay mas de 1 Km hasta Santovenia y 3 más hasta San Juan. Cojo mi mochila, que hoy pesa mas de la cuenta porque les he quitado peso a ellos, y empiezo a andar. De paso por este pueblo intento comer algo por si en el monasterio no hay nada pero es aquí donde no hay nada, nada mas que una fuente. Sigo la carretera y voy observando los campos, donde siguen trabajando los agricultores. Es muy curioso ver las maquinas cosechadoras. Las segadoras, las que formas las alpacas de paja, etc... En poco tiempo, mucho trabajo.
En poca mas de 1 hora llego a San Juan y en un bar me repongo un poco. Para llegar aquí había un “perdoncillo” de cuidado.
De pronto, en una fuente veo a Amaya, Rosa y Carlos. Les pregunto sin han visto a Rafa y Mari y me aseguran que no, lo que resulta raro porque siempre nos adelantan.
Carlos dice que él se queda aquí, que le gusta el sitio para meditar, y de verdad que es un sitio tranquilo. Pero Amaya y Rosa dicen que ellas siguen, que el otro pueblo está muy cerca y que allí ya han quedado con los demás. Yo les pregunto si es que van delante y me dicen que creen que si, porque salieron antes que ellas. Todo esto suena muy raro, porque Rafa y Mari me han dicho que nadie les ha adelantado¿¿??
Me refresco los pies con ellas en una fuente y antes de calzarme llegan los dos “primeros” del día. Llegan muy cansados y polvorientos, pero muy contentos. Mari se refresca los pies mientras pasamos un rato decidiendo si los demás vienen detrás y si irán delante. Al final decidimos seguir, pero antes hacemos una rápida visita a la iglesia de San Juan de Ortega, un sitio un poco misterioso, muy medieval.
De camino hasta Ages vamos rápidos y llegamos en poco rato. Por supuesto, todos estaban allí. Hoy eran ellos los que nos han tomado el pelo a nosotros. Nos dicen que no madruguemos, y han sido ellos los que han salido a las 5.15. ¡¡Liantes!!
Eso sí, nos reciben con mucha alegría, y José Luis y los demás deciden hacer ellos la comida para todos. ¡¡16!!
Nos instalamos en este albergue que ya esta siendo costumbre que sea bueno. Este tiene hasta fundas de almohada limpitas, habitaciones de 8 plazas, y un servicio muy guapo.
Además, nos hemos apuntado para ir esta tarde a Atapuerca, a ver los yacimientos arqueológicos.
En la comida ha sido una risa continua, ya que Rafa les ha contado que ha dejado una nota de que eran los primeros y solo la ha visto Kike, que es el más lisiado, el pobre.
Después hemos descansado un rato y antes de ir a la excursión hemos visto a la coreana. Me ha dado un abrazo muy sentido y yo me he emocionado. Al bajar a recepción Rafa me ha preguntado si sabia quien acababa de llegar y me he puesto a llorar diciéndole que sí. Se ha reído un poco todos, pero los franceses se han puesto a llorar también. Ha sido bonito.
Después, la visita a Atapuerca. Ha estado bien pero yo reconozco que no le doy el valor que otros le dan a estos descubrimientos. Rafa ha disfrutado mucho, incluso ha ayudado al guía en las explicaciones. Pero Mari y yo poníamos cara de póquer. De todos modos solo de ver y oír las cosas que cada uno iba diciendo los hemos pasado bien.
Ha sido divertido ver que el guía recomendar el libro de El clan del Oso cavernario. Reconozco que describe muy bien la era de las cavernas, además de muy entretenido. Se lo recomiendo a Begoña, que demuestra interés en el libro.
De vuelta a Ages tomamos un refresco en la terraza del albergue y como habíamos pedido cena, la dueña nos está haciendo una paella. Bueno, siendo de Valencia seremos críticos, pero hace ilusión comer “paella” en Burgos.
Las risas comentado las batallitas del día empiezan en la terraza, y continúan en la cena. José Luis es un poco exagerado, pero tiene su punto para hacer reír. Eso sí, ha llegado un momento en que Begoña y los franceses casi se ofende cuando ha gastado broma sobre si Santiago era gay. Se ha dado cuenta y ha dejado el tema. Maria, la alemana, ha pagado el vino para todos. Esta tan feliz con la compañía que se le nota en la cara. No dice nada, pero es toda amabilidad.
También ha habido guasa con la nota que Rafa dejó en el camino para que la leyeran todos. Decididamente, somos los más lentos!!!
Rosa y Amaya han dado un paseo con Rafa antes de dormir y han hablado de todo un poco. ¡¡¡Son mas majas!!!!
El albergue de hoy se llama El Pajar, en Ages, y ha sido el mejor hasta ahora.
Hoy ha sido un buen día para mí, aunque tendrán que contar su parte Rafa y Mari, que son los que han andado toda la etapa.
Entre sueños, vemos las caras de todos, como borrosas, pero contentos....
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