lunes, 19 de diciembre de 2011

Benimaurell y el cavall Verd


                                                            El Montgó, con Ibiza detras.

Este sábado me sumé a la propuesta de Rocacoscolla para hacer la última ruta de este año. Me lo pensé un poco porque está lejos y era de dificultad alta, pero me animé a ir y no me arrepiento. Se trata de una ruta espectacular en todos los sentidos. Un desnivel importante y exigente  y unas vistas impresionantes.  Salimos de Benimaurell  siguiendo las señales del  PR-CV 181 que empieza callejeando por las preciosas calles de este pueblo típico de la montaña alicantina. Enseguida empieza una severa subida por los bancales de cerezos. Ahora no tenían flor, pero en Marzo, prometemos volver. Debe de ser un espectáculo. Así  llegamos hasta un cruce de caminos donde tomamos la dirección de Cavall Verd. A partir de allí, empezaba  la aventura. Primero por una bien cuidada senda por la que es muy fácil caminar y desde la que podíamos disfrutar de la Vall de Pop  y después, de las vistas del Mar, con el Montgó al fondo, de toda la Vall de Laguar, del golfo de Valencia, del Penagolosa, que se veía a lo lejos…y la mejor sorpresa, Ibiza.  Mirando el mar, detrás del Montgó, como una aparición, se podía ver todo el perfil de la isla.
Fuimos cresteando toda la montaña buscando los dos vértices que tiene el Cavall Verd, pero daba la impresión de que cada vez estaban más lejos. Después de un buen rato y  un espléndido  almuerzo, nos encontramos en la base del Cavall.
La ascensión al primer vértice es la más complicada, en primer lugar porque no está muy bien indicada, solo unos puntos rojos que a veces te despistan, y en segundo lugar, por la dificultad. Menos mal que la ayuda de unas piquetas tipo vía ferrata y una cuerda, ayuda mucho a subir un tramo y a partir de ahí solo queda disfrutar.
Desde este punto nos hicimos las fotos de rigor y dejamos pasar un buen rato disfrutando de las vistas y haciendo fotos. Solo el intenso aire y el frio nos impidieron quedarnos más rato.
 Tuvimos que volver a bajar por las piquetas y retomar el camino para llegar al segundo vértice. Este es un poco más fácil y como ya íbamos un poco tarde no nos recreamos tanto en la cima. La vuelta hasta Benimaurell  iba marcada por la hora. Nos habíamos recreado mucho en las fotos y la contemplación del paisaje, pero aun así, al llegar al pueblo y volver a caminar por los bancales de cerezos y almendros, nos dieron ganas de volver cuando todo el valle este en flor.
Enlace para el video




domingo, 11 de diciembre de 2011

Sumacarcer, un vergel y una paella




Este pasado sábado acudimos a la cita con los amigos para realizar una ruta estupenda y con unas vistas preciosas. Inesperadamente, porque estamos acostumbrados a la tradicional sequía de nuestras montañas, nos encontramos con un vergel. Desde la salida de Sumacarcer ya pudimos disfrutar de unas estupendas vistas sobre el rio Xuquer, pues caminabamos por un voladizo que  nos permitia ver toda la ribera del rio. Desechamos un desvío hacia la fuente de Bartolo, pues por ahí teníamos que volver, y seguimos subiendo hasta el alto de la Ceja. Llaneamos un buen trecho y caminamos en redondo para completar la primera parte del 8 que formaba el recorrido que íbamos a hacer. Ahora las vistas eran desde más arriba y se podía ver hasta el muro del pantano de Tous y toda la vega del Xuquer, con la riqueza típica de la agricultura de la zona. La senda bajaba casi en picado hasta encontrarnos en medio de huertos de naranjos, que lucen todo el color de sus frutos, dando un contraste precioso a los arboles.
Después de un rato "Entre Naranjos" y cuando ya llegábamos casi al pueblo, un nuevo desvío nos indicaba la Font de Bartolo, y hacia allí nos dirigimos. Un espesa umbría nos fue adentrando en un cerrado barranco que nos llevó casi a la pared del fondo. Ya habíamos subido un buen trecho y no había ni rastro de la fuente, por lo que buscamos un lugar donde poder almorzar. Menuda sorpresa nos llevamos al descubrir un abrigo natural, llenos de estalactitas y donde pudimos acomodarnos entre goteras y estalagmitas para disfrutar de los parcos almuerzos típicos de nuestro grupo:bocatas, vino, frutos secos, chocolates, cafés, licores y pastas. Todo muy ligero.
Al reanudar la marcha nos encontramos con otra buena sorpresa: la única salida del barranco consiste en una escalera maltrecha, sujeta con unas cuerdas que no dan ninguna confianza. Fernando y Begoña se decidieron a probar fortuna, y después de algún malabarismo, comprobaron que se podía subir, aunque con dificultad. Aún había otro tramos mas difícil, ya que una minúscula escalera metálica de alpinistas y otra cuerda, ayudaban a superar el segundo tramo. Poco a poco, todos fuimos subiendo por la pared casi vertical. Algún susto, pero todos ilesos. Y una nueva sorpresa. Al retomar la senda nos encontramos con algún rebollón escondido. Normal. ¿Quien va a ser el osado buscador de setas que suba hasta allí? A partir de aqui todo fue mas sencillo. Llegamos a la fuente y de nuevo volvimos al camino que habíamos llevado al principio. Subimos otra vez hasta el alto de la Ceja y un rato después, volvimos a bajar por otro barranco. Bastante mas fácil, nos costó poco rato llegar al lecho del riachuelo. Allí nos reagrupamos y descansamos un poco. 
Al llegar a los coches, Vicente, que había venido en tren y bici, se unió a los demás y todos juntos fuimos a reunirnos con Ximo, que nos estaba preparando una estupenda paella. Allí disfrutamos de la compañía de todos, y sobretodo, de la amabilidad y el afecto de Ximo, su mujer, Cani y los encantadores Maria y Ximet. Muchas gracias a los cuatro.

lunes, 5 de diciembre de 2011

Sierra del Toro, Pico Baile

Este pasado sábado recorrimos la Sierra del Toro. Una ruta sencilla y que permite disfrutar del paisaje agreste de esta comarca. Salimos de El Toro con fresquito, pero no demasiado para lo que se esperaba. El Sol asomaba ya por el horinzonte, presagiando un día esplendido, como así fué.
La ruta, no demasiado larga, nos permitió disfrutar de la compañia de los amigos,de la buena temperatura y de la aire libre.
Despues comimos de nuevo en el Restaruantes Los Abriles, de El Toro,un lugar muy recomendable por su cocina y por el buen ambiente del local.




Y aqui, el resto de fotos con una musica preciosa. Que lo disfruten.