miércoles, 27 de mayo de 2009

31 de Mayo, Domingo - El nacimiento del Palancia


Ya lo conseguimos. Recorrimos el estrecho del Coscojar, Nacimiento del Palancia, nuestro río.
Habíamos quedado en La Pinada, nuestro lugar habitual de reunión y aparecimos con ojos adormilados Paloma, Marta,Irene,Marina, Lucia y José Manuel, los júnior protagonistas de nuestras rutas.
Además, íbamos unos cuantos mas mayores, pero no muy mayores...jejeje
Salimos hacia Bejis y como después de la autovía la carretera es muy mala, llegamos casi a las 10 a la casa forestal donde dejamos los coches, después de un pequeño incidente con las ruedas de mi coche, que tiene la manía de patinar cuando voy por pista con grava y cuesta arriba. Mas tonto, el coche!!!! jejeje
Enseguida empezamos a caminar por la pista y después de llegar al cruce del Resinero, empezó nuestra aventura.
El Palancia apareció ante nuestros ojos con mas agua de la que esperábamos, por lo que cruzamos sobre unas piedras y troncos que nos obligó a hacer los primeros equilibrios del día.
A partir de aquí una preciosa senda nos iba adentrando en el valle. El rumor del agua nos acompañaba todo el rato y nos proporcionaba una sensacion de frescor y alegría que todos agradeciamos. Además, las vistas mirando hacia arriba, con los cortados que bordean todo el lugar son muy llamativos.
Conforme íbamos acercándonos al inicio del estrecho, el río se nos presentaba mas difícil. A veces la senda coincidia con el lecho del mismo y solo saltado de piedra a piedra podíamos pasar. El riesgo de meter los pies en el agua era total. De este modo el paseo resulta muy divertido, porque todos estábamos pendientes de quien los metía antes. Los niños saltaban como pajarillos, pero a los mayores nos costaba mas.
Así llegamos al mismo nacimiento, que manaba agua en abundancia, como habíamos podido comprobar. A partir de aquí el estrecho. Al principio esta muy llano, pero las grandes piedras que hay a lo largo del mismo nos dificultaban subir. Algunas resbalaban muchisimo, obligandonos a que los chicos se apalancaran bien en sitios seguros y así poder ayudar a los niños y las "niñas". Nos habíamos llevado una cuerda para ayudar a las pequeñas y evitar que se cayeran, pero todos necesitamos ayuda en algún momento.
Eso si, en el umbrío y fresco estrecho se oían las risas de todos, que aunque subíamos trabajosamente, resultaba la mar de entretenido.
Algunos metimos los pies en las pozas ( yo misma) y aprovechamos para colocar piedras que había en el fondo para poder pasar mejor. Una vez pasada la parte mas difícil, seguimos un trecho mas por el barranco, que se abre un poco mas y permite disfrutar de una aventura que a todos agradaba. En un claro aprovechamos para almorzar y charlar. Todos comentabamos alegremente las meteduras de pata y las ayudas recibidas. Sobretodo hay que dar las gracias a los chicarrones que nos acompañaban Sergio, Valentin,Javi, Sergio y Pedro, que nos hicieron el día mas llevadero.
Las chicas , Encarna, Mamen, Lourdes, Marina, Mª Jesus y yo se lo agredecimos llevándoles café, galletas y bonitas palabras. (Creo que no me dejo a nadie...jeje)
Después del almuerzo continuamos un rato mas por el barranco intentado encontrar el Cache que hay allí, pero nuevo nuestra falta de medios nos impidió encontrarlo. Un poco mas adelante, una fita a la derecha nos indicaba un desvió para salir del barranco por una pista, pero los niños querían volver otra vez a la aventura, al estrecho y a los pedruscos.
Dimos la vuelta y en poco rato estábamos otra vez en el peligro. Además, había mucha gente. Parecía la calle Colon, del trafico que había. Quizas un semáforo en el estrecho???
Con la ayuda de los chicos, fuimos bajando poco a poco, pero ya con menos cuidado por lo que acabamos bien mojados mas de uno.
El día estaba muy soleado y agradeciamos el remojon.
Los niños iban encantados, hasta el punto de que han decidido que si su ruta favorita antes era el Garbí, a partir de ahora es esta. El agua les encanta.
Volvimos poco a poco sobre nuestros pasos y sobre las 13.30 ya íbamos camino de casa.
Espero que las rutas que vamos a proponer para este verano sean de agua y que os sirvan para pasar un buen rato.

martes, 26 de mayo de 2009

24 de Mayo- Escalada por sorpresa

Este domingo pasado, yo había decidido hacer labores propias de mi sexo y condición, jejeje.... y casi sin enterarme, me ví subiendo de nuevo al Garbí.
Mª Carmen había preparado una ruta para sus compañeros de curso, y como mi sobrina Irene no pudo ir la otra vez, allá que nos fuimos de nuevo.
El día salió muy nublado y amenazaba muy feo. Ademas, desde la Pinada se veia una inmensa nobe rodeando el Garbí.
No nos acobardamos. Todo lo contrario. Eran pocos, pero al final nos añadimos nosotros y juntamos un buen grupo. Sonia y Mario, Carlos, Lourdes, Mª Jose y Tango, un perro super valiente que subió la Canal mejor que muchos de nosotros, Pedro,Chon, Marta, Irene, Marina, Mª Carmen y Merche.
Para muchos era su primera ruta, y las amenazas de asesinato fueron inmediatas. No sabian a donde iban y se quedaron muy sorprendidos. Aparcamos en el mismo inicio de la senda, antes de llegar a Segart y enseguida empezó la subida. Marina esta deseando explicarle a Irene como era la "escalada" y junto a Javi y Pedro subieron los 4 como si arriba hubiera un parque de atracciones. Ni las vimos.
Los demas ibamos mas pausados, descansando de vez en cuando para respirar y beber. El dia estaba nublado, pero de todos modos hacia mucho calor.
Conforme nos acercabamos a la Canal, la niebla la teniamos mas cerca. Seguiamos sin ver la cima de la montaña. Dudamos si podriamos subir a Tango, el perro labrador que alegremente habia llegado hasta allí. Los que iban delante nos estaban esperando y subimos todos casi juntos. Pero a los pocos metros, las gemelas y sus acompañantes ya iban delante. Ademas, eran muy graciosas, porque se sentaban en los pedruscos mirando para abajo y nos decian por donde podiamos subir mas comodamente.Ni cadenas ,ni matorrales, ni piedras dificiles: Marina e Irene parecian dos lagartijas subiendo por las paredes.
Los demas ibamos bien, pero tuvimos que ayudar a Tango en algun trozo mas dificil. Marta no se apartaba de él. Le encantan los perros y enseguida se hizo su amiga.
La niebla nos envolvia de tal modo que la veiamos correr. A las niñas les hizo mucha gracia, porque estabamos "dentro" de la niebla. No se veia nada a lo lejos.
Despues de la preciosa subida, al llegar a la caseta de la Conselleria de Madio Ambiente donde firmamos, decidimos que no ibamos a ir al mirador, porque no se veia nada y mejor buscabamos por donde bajar por la Pedrera.
Nada mas pasar la caseta, como a 20/30 mt y antes de salir a la llanura donde acaba la senda, hay un desvio a la izquierda que casi no se ve. Hay que estar muy atento. A partir de aqui, de nuevo las marcas rojas y blancas de GR nos dirigen hacia la Pedrera. Como no habiamos almorzado, aprovechamos un claro para hacerlo. Estaba a punto de llover.
Recogimos rapidamente y continuamos el camino. Al poco rato un poste indicador nos confirmo que ibamos bien y empezamos el descenso. La Pedrera es bastante peligrosa. Las niñas tenian un poco de miedo por lo pendiente que está. Ademas, es bastante larga y empezó a hacer calor otra vez.
Finalmente, todos llegamos bien a Segart. Unos refrescos en una terraza nos alivió un poco. Espero que los amigos de mi hermana la perdonen algun dia por esta broma que les gastó en su primera ruta.
Saludos.
PD: ya pondré mas fotos.

lunes, 18 de mayo de 2009

17 Abril 2009 - Ponferrada - Villafranca del Bierzo

Nos levantamos temprano y nos preparamos un desayuno muy casero en el albergue. Se acercaba un momento un poco triste. Lucia, Jose Manuel H, Julia y Jose Manuel P se despedian. Habian cumplido su meta. Incluso habian recorrido mas etapas de las que pensaban al principio. Seguiran en otra ocasión. Antes de irse, nos hicieron un ultimo favor: nos llevaron el coche a Villafranca del Bierzo.
Entonces nosotros nos pusimos nuestras mochilas y empezamos a nuestra ruta. Mi costipado seguia mal y ni siquiera el Flumil aliviba mi malestar. Cuando estoy costipada me cuesta más respirar y me paso el día con ganas de vomitar. Cosas mias,que no sé responder a los apremios de un simple costipado.
Estaba amaneciendo cuando volvimos a pasar por el Castillo Templario. Era impresionante con el cielo nublado. Cruzamos las calles medio desiertas a aquella hora, la calle del reloj, la plaza de la iglesia y unas escaleras de bajada que me hicieron acordarme de todos los ingenieros que diseñaron el Camino. Cuando llevas caminado 8 días, un desnivel como el bordillo de la acera es infranqueable. Y menos una calle entera llena de escalones.
Y asi, poco a poco, fuimos saliendo de Ponferrada. La dejamos atras viendo las montañas que los días anteriores habiamos cruzado. Daba vertigo pensarlo. Tan altas y tan nevadas. UFFFF. De su riqueza industrial y ciudad de servicios dan fé las afueras. Urbanizaciones con grandes jardines, avenidas y chalets preciosos nos acompañaron hasta los siguientes pueblos, que pasabamos sin darnos casi cuenta de que ya estabamos en Compostilla y Columbrianos. A mi me encantan los jardines y aqui pude disfrutar de ver algunos preciosos. Estan cuidados, pero ademas, el microclima que disfruta esta zona hacen que crezcan frondosos. Como muestra una foto: una planta que yo conozco como "Mundo" lucía asi de impresionate.
En 2 horas nos plantamos en Camponaraya. Habiamos ido por una vega fértil, pausada, con huertos pequeños, caseros, con muchas flores en las vallas. La gente iba y venia a comprar el pan, a dar un paseo, montar en bici, etc. Vamos, disfrutando de la mañana. Caía una fina lluvia, pero a nadie parecia importarle. En Camponaraya había una casona que debió de pertenecer a algun miembro de la nobleza. El escudo y la majestuosidad de todo el edificio asi lo demuestran. A la salida del pueblo había unas bodegas muy grandes. Era una cooperativa que ha señalizado muy bien todo el tramo de Camino que pasa por su propiedad. Muchos deberian aprender de su ejemplo.
Atravesando estas viñas tan bien cuidadas nos cruzamos con dos peregrinos. Yo iba con la cabeza gacha y no los vi hasta que estaban a mi altura. Los dos llevaban las barbas largas y me parecieron extranjeros por el aspecto. Como me llamó la atención que iban al reves, les hice un gesto de que era para adelante, no para atras. Entonces el mas mayor me dijo: No "zeñora", que "nozotro" ya "hemo" "llegao" a Santiago, a Finsterre y a Muxia, que "llevamo" 3 "sertificaos de ezo".... Claro, me hicieron muchisima gracia y les pregunté que como era que volvian andando y me dijeron: "andando vinimo y andando volveremo". Y de donde sois, pregunté? De "Cai" me dijeron con la mejor de sus sonrisas. Espero que hayan tenido Buen Camino hasta allí, porque con la ida y la vuelta, mas de 2000 Km llevaran en sus pies.
Seguimos la ruta por los viñedos, que hasta asientos para descansar tenian. Esta etapa estaba trascurriendo con mucha calma y serenidad. El ondulado paisaje no cansaba ni la vista no los pies. Rafa y Javi aprovechaban para charlar, reir y contarse sus cosas. Yo iba a lo mio, las fotos. Algunas muy bonitas las hicimos al pasar el riachuelo Magaz, ya que en sus orillas hay una chopera que en verano será un alivio.
Despues de cruzar una carretera llegamos a Cacabelos, un pueblo muy pintoresco donde pensabamos almorzar. Rafa iba delante y Javi y yo charlando detras. Entonces un señor nos vió y despues de desearnos Buen Camino nos recomendó que nos comprasemos algo en las tiendas del pueblo, que en los bares daban unos sablazos.... Dicho esto, y cuando aún no se había retirado el señor ni 5 mt de nosotros, sale Rafa de un local y nos dice que ya sabe donde vamos a almorzar. Nada y nada menos que en un restaurante de todo lujo llamado "la Moncloa" que es una preciosidad. Forma parte de una cadena que se llama Prada a Tope. El señor nos miró con cara de decir: estan locos!!
Nada de locos. Nos sirvieron una tortilla de patatas y pimientos buenisima, unas morcillas del terreno que no estan embutidas, sino que sirven en un plato el relleno y un pan de hogaza que quitaba el hipo. Unas buenas cervezas y una mesa en un mirador. Y despues, unos cafés de puchero, tipico de la zona.Muy bueno.
Debimos de dar tanta envidia que un peregrino ingles que tomaba una cerveza con otro se acercó a nuestra mesa para preguntar que era aquello que comiamos. Era dificil explicar lo que es la morcilla, pero para salir de dudas no se lo pensó, nos cogió un trozo de pan y se puso encima una cucharada. Se lo comió en un plis-plas y nos dió las gracias. Luego vimos que le preguntaba a la camarera por la morcilla. Estuvo divertido.
Nos hicimos unas fotos en el local, ya que iba a ser nuestra ultima gran comilona en esta temporada. Ya habiamos decidido que al llegar a Villafranca nos ibamos para casa. Todo el pueblo es muy bonito y está muy cuidado. Habiamos recuperado fuerzas y todo nos parecia ideal. Pero nuestros pies iban notando las horas y los Km.
Despues de cruzar Cacabelos y el rio Cua, en poco rato llegamos a Pieros. Y aqui tengo que describir otra tomadura de pelo. Segun nuestro mapa, al salir de Pieros, estaba el desvio que nos llevaria casi recto a Villafranca. Pero algun listo, o mas de uno, se han dedicado a poner flechas amarillas por todos lados para desviar a los peregrinos unos 200 metros antes, por un camino de campo que nos lleva a una aldea, dando un rodeo de ¡¡3 Km!! con la unica intencion de que pasasemos por alli, donde propietarios de chiringuitos sin escrupulos salian al Camino a ofrecerte bocadillos y bebidas.
No les sirvio de nada, ya que a esas horas vas tan cansado que solo piensas en llegar a Villafranca y esos 3 Km son un martirio. Notabamos que ibamos dando un rodeo, pero nos parecia tan increible, que no nos lo creimos hasta que llegamos al albergue. Alli nos encontramos otra vez con Joaquin y su tia y nos explicaron la trampa.
Hay que decir que a pesar del rodeo, el paisaje, entre viñas y pinos solitarios, cerezos esplendidos y plantas con muchas flores, era precioso.
Al llegar a Villafranca del Bierzo dejó de llover. Y nada mas llegar, el albergue y ...¡¡nuestro coche.Este albergue está muy bien situado y nos atendieron muy bien.
A su lado está la iglesia de Santiago, con la puerta del Perdon. Todos los peregrinos que llegaban aqui y no podian continuar por enfermedad u otro motivo, recibian "La Gran Perdonanza", igual que si hubieran llegado a Santiago. Es la unica iglesia del Camino que tiene esa prerrogativa.
Despues de cambiarnos de ropa y calzado, con el cuerpo cansado y la mente despejada, nos despedimos del Camino hasta la proxima vez.

jueves, 14 de mayo de 2009

16 de Abril 2009 - Foncebadon - Ponferrada

Despertar en estas montañas y ver la nieve cayendo sobre estos tejados centenarios le da sentido a esta peregrinación. A veces tienes dudas de porque haces esto, caminar y caminar sufriendo.Pero una etapa como la que teniamos por delante, justifica cualquier sacrificio.
Como cada día, nos levantamos temprano y recogimos todo con rapidez. Nadie se entretiene por las mañanas. Julia de nuevo hace de coche escoba, ya que su rodilla sigue igual. Desayunamos muy bien, de un modo muy natural: leche de cabra, cereales integrales, zumos y frutas. Nos despedimos y salimos a la calle.
La nieve y la niebla son espectaculares. Casi no se ve el final de la calle. Los hospitaleros-monjes del otro albergue tiene puesta la musica muy alta y un "ALELUYA" llena todo el pueblo. Nada mas salir del pueblo tenemos un pequeño problema con las señales. Hay dos caminos y ninguno tiene flechas. Vemos a mas gente dudando, pero nosotros decidimos seguir por la carretera hasta la Cruz de Ferro. Solo eran 2 Km y lo preferimos a perdernos por la montaña con la que estaba cayendo.
La Cruz de Ferro es un hito en el Camino. La leyenda dice que hay que dejar una piedra junto a las miles que ya hay. El significado de poner piedras en montones es que de algun modo dejas alli tus preocupaciones. Lo hace mucha gente. En este lugar han construido una capilla y un reloj solar muy especial. Es una zona perfecta para descansar un rato.Fotos obligadas.
Unos toros sueltos cerca de la explanada de la Cruz debieron de pensar lo mismo, que era un sitio perfecto para observar a los peregrinos. Rafa se quiso hacer el valiente, pero uno de ellos lo miró "mal" y no nos acercamos mucho.
A partir de aqui ya no abandonamos la senda. El paisaje (lo que se podia ver,jeje) era precioso. No me cansaba de hacer fotos, pero no podian captar todo el encanto de las montañas.Caia una suave nevada, pero no nos mojaba. La sensación era muy agradable. Rafa y Javi iban todo el rato con la sonrisa puesta, disfrutando del Camino, de la mutua compañia. Jose Manuel Padre e hijo iban tambien con nosotros.
Manjarin los pasamos aún entre brumas y nieve. Un hopistalero nos deseaba "Buen Camino" desde su albergue. Este pueblo está mas vacio que Foncebadon. Solo viven 7 personas. El triste cementerio solo tiene 3 tumbas. No nos detuvimos, pues la etapa era muy larga y no convenia parar mucho.
Un prolongado descenso puso a prueba nuestras rodillas. Había mucha piedra suelta y teniamos que ir con mucho cuidado. La carretera hacia un zigzag pero el camino iba recto, por lo que tuvimos que cruzarla varias veces. Al fondo del valle se veian minusculos pueblos que parecia mentira que pudieran existir. Tambien veiamos a lo lejos El Acebo, nuestro siguiente destino. Allí habiamos quedado con Julia y Lucia para almorzar. Lucia es una niña deliciosa. Muy buena y cariñosa a la par que valiente. Con solo 10 años camina como una campeona, pero como su madre estaba mal, para que no se quedara sola todo el día, se fué con ella. Habría preferido caminar, sin duda, pero acompaño a su madre sin perder la sonrisa.
El Acebo es un pueblo pequeño pero muy bonito. La arquitectura típica gallega ya se deja ver por esta zona.Parada casi obligada en el Camino, tiene buenos servicios. Almorzamos en un bar donde nos sirvieron uns bocadillos típicos que consisten en una mezcla de huevo, atún y tomate.Con ello, rellenan el pan y despues lo rebozan como una gigantesca croqueta. Tiene 10.000 calorias,seguro. Pero con el frio que hacía, nos vino de miedo. Tambien estaban en el mismo bar Joaquin y su tia, peregrinos navarros que ya habiamos visto mas veces. El chico es joven, pero su tia no tanto y caminaba como si fuera una jovencita. Eso si, se comía unos bocadillos de chorizo y unos vasos de leche con Cola-cao que no se los salta un galgo.
En la salida de El Acebo hay un monumento a un ciclista muerto. Es emocionante. A partir de aqui, una bajada costante nos lleva hasta Riego de Ambros. Otro pueblo montañes con una sola calle cuesta abajo. El ambiente de continua llovizna consigue que tengan unos jardines preciosos. Los lilos, los mundos y las celindas lucen muy bien.
No paraba de llover. El chubasquero no nos lo podiamos quitar. Pero era una lluvia fina, que no molestaba. El bosque que atravesabamos era muy enmarañado, como si los arbustos hubieran crecido salvajes. A veces habia que apartarlos con los bastones.
Al cabo de un rato, en una explanada, vimos unos magnificos ejemplares de castaños monumentales. Realmente impresionantes. El camino se hacia ameno sobretodo por las charlas, la bromas que Rafa siempre gasta, las llamadas de telefono de las nenas, un rebaño de ovejas que nos atrapó, etc..La senda continuaba dando rodeos hasta que a lo lejos divisamos Ponferrada. O eso creimos.
Otro tramo de bajada muy pronunciada nos metió casi de repente en Molinaseca. Sabiamos que existia este pueblo en la ruta, pero pensabamos que era pequeño y solo de paso. Pero nos encontramos con una ciudad encantadora, grande, rustica y moderna a la vez y muy bien preparada para el peregrino que acaba de pasar el puerto mas alto del Camino. Pero nuestro destino era Ponferrada y hacia alli nos dirigimos. Grave error. Nos faltaban 7 Km. Y no iban a ser fáciles. Ya eran las dos de la tarde y nos faltaba lo peor.
Desde allí todo eran arrabales, carretera, pista forestal y Ponferrada cada vez mas lejos. Llegamos sobre las 4 de la tarde, muy cansados y helados de frio. Ademas, mi costipado iba a mas y en una farmacia que encontré despues de ¡¡3 dias!! me compre unas medicinas.
Julia nos esperaba en el albergue y alli tuvimos un nuevo encontronazo. Como ibamos 7, nos querian meter en el sotano, ya que era la unica habitación en la que cabiamos todos. Le dijimos al voluntario que ayuda a acomodar a los peregrinos que yo no podía dormir alli, que iba a coger una pulmonia. Intentó darme una cama en otra habitacion que tuviera calefaccion, pero como vió que venian todos, se enfadó mucho. Estaba un poco sobrepasado de trabajo. Al final nos colocó en habitaciones mas pequeñas aunque no todos en la misma.
Nosotros esbamos con las chicas que habiamos conocido en el Camino. La brasileña, la coreana y otras que no se bien de donde eran, pero parecian nordicas.
Mientras que Jose Manuel y Rafa iban a Foncebadon a por el coche, Julia y yo fuimos a comprar para la cena y el desayuno. Cuando volvieron, un paseo obligado por Ponferrada, pueblo natal de Luis del Olmo, que tiene un museo de la radio en una casona muy bonita enfrente del castillo de los Templarios. Todo el casco antiguo es muy señorial. Se nota que es la capital de una zona muy rica, El Bierzo. El rio Sil preside la vida de la ciudad, y son muchos los puentes que lo cruzan. El Castillo esta en una ladera que tambien mira al rio. Cuando estabamos en la puerta, unos estudiantes que estaban haciendo algun trabajo abrieron la puerta y nos dejaron ver el interior. Parece un edificio de cuento. Lo que habran visto esas paredes en su epoca de máximo esplendor.
Cuando se hizo de noche y antes de volver al albergue, como hacía mucho frio, nos tomamos unos cafes en una chocolateria enfrente del Castillo.
Despues, una cena de hermandad. Como siempre, todo el mundo se hace a la cena, la comparte, se busca sitio, charla con los demas y se hace fotos.
Jose Manuel, Lucia y sus padres acababan allí y tenian un poco de morriña. Se hicieron fotos con todos y se despedian con algo de pena.
Esa noche nos acostamos pronto. Estabamos muuuuuuuuuuuuy cansados

lunes, 11 de mayo de 2009

15 Abril de 2009 - Astorga - Foncebadon

El dia amanecio como siempre muy temprano en el Camino. Una rapida recogida todas las cosas y a desayunar.Esta vez teniamos de todo y lo hicimos en el albergue, que tiene un comedor bastante bien preparado en los sotanos del que antiguamente era el Convento de las Siervas de Maria.La asociación de amigos del Camino lo compró hace unos años y lo trasformaron en un estupendo albergue. Desde una terraza que hay en la cocina vimos amanecer.
Salimos temprano. Julia iba mal y decidió no caminar. Esto nos venia bien a todos, que pudimos descargar un poco de peso.
Lluvia en Astorga.
Una fina lluvia nos acompañó durante la salida de Astorga. Muchos peregrinos salian a la misma hora. La ciudad fué quedando atras casi sin darnos cuenta. En poco mas de media hora ya estabamos en Valdeviejas.Una bonita ermita al lado de la carretera es casi lo unico que vemos en este pueblo.
Sol en Valdeviejas.
Como siempre, ibamos al lado de la carretera, pero una carretera local y ademas en Camino está apartado, de modo que era mas agradable. Unos brezos mas altos que nosotros nos acompañaban y nos arropaban del frio y del viento. En Murrias el camino estaba cortado por obras y nos desviamos un poco, pero enseguida volvimos a cogerlo. El pueblo esta muy bonito, y los obreros nos desearon Buen Camino muy amables.
Nublado en Murrias de Rechivaldo.
Seguimos nuestra ruta y en buen paso llegamos a Sta Catalina de Somoza. La estraba es una de las mas bonitas que he visto a lo largo del Camino. Una vallas de piedra enmarcan la calle de entrada y desde alli, un pueblo muy bien cuidado nos recibe. Alli nos esperaba Julia y almorzamos de lo mas bien en el albergue/bar. Tiene un patio precioso, donde descansamos un rato. Aqui compramos pipas, un antojo de Rafa. Tambien vimos un sombrero que algun peregrino se había dejado en una ventana y Rafa decidió llevarselo en la mochila para var si encotrabamos a su dueño.
Sol en Sta Catalina.
Conforme subiamos hacia El Ganso ibamos viendo las montañas a las que nos dirigiamos. Estaban nevadas y muuuuuuuy altas. Daban un poco de miedo. El camino discurria placido, en silencio, con la unica compañia de campos de cultivo, arboles aislados. El Ganso es un pueblo mas pequeño, y la iglesia está muy dañada. Por aqui pasamos rapidos, sin pararnos.
Nublado en El Ganso.
Seguimos subiendo a buen paso, pero ya algo cansados. Un bosque de pinos repoblado nos acompaña un buen rato. Rafa bromea con unas piñas, gastado bromas y haciendo fotos para nuestras sobrinas. Las echamos mucho de menos, sobretodo su padre, Javi. Este camino le cogió con ganas y empezó a ir mas deprisa. Al rato lo perdimos de vista. Nos sacó casi media hora hasta Rabanal.
El mal tiempo se fué echando encima y nada mas pasar el arroyo de las Reguerinas empezó a granizar. Rapidamente nos pusimos los chubasqueros y seguimos por un bosque que daba un poco de miedo. Entre el granizo y las soledad parecia un bosque fantasma. Al rato, salía el sol, despues. volvia a granizar.
Asi llegamos al Roble del Peregrino. Arbol monumental precioso.
En la entrada de Rabanal del Camino buscamos el albergue y alli nos estaban esperando.Al principio del día habiamos decidido quedarnos aqui, pero como ibamos bien de fuerzas, pensamos seguir hasta Foncebadon. La etapa del día siguiente iba a ser muy larga y valía la pena adelantar unos Km. Tomamos un aperitivo y descansamos un rato en el albergue de Rabanal. Un sitio encantador donde sirven unas tortilla de patatas deliciosa. Intenté buscar una farmacia para comprarme algo para un costipado tenaz que habia cogido, pero no había ninguna. Julia siguió hasta el siguinte pueblo.
Granizo en Rabanal del Camino.
La subida hasta Foncebadon tiene bemoles. Es una pendiente larga y a ratos muy pronunciada. El paisaje es encantador, con prados que parecen alfombras, abrevaderos en medio del campo, matorrales florecidos, riachuelos. La lluvia se convierte poco a poco en nieve. La sensación es deliciosa. No hace frio y nos da alegria a pesar de lo cansados que vamos.
Casi a las 4 de la tarde llegamos a Foncebadon y alli teniamos sorpresa. El albergue municipal era un poco chungo, y ademas no había sitio. Nos ofrecieron poner colchones en el comedor, pero no nos gustó mucho la idea porque el lugar era pequeño, oscuro y hasta un poco siniestro. Unos religiosos/hipies regentaban el lugar y tenian puesta musica religiosa en la calle. Nos dió un poco de yuyu.
Nieve en Foncebadon.
Fuimos a ver el albergue privado, y menudo cambio. Tambien con aspecto de hipies, pero muy acogedor. Enseguida nos ofrecieron algo caliente para tomar, y nos enseñaron todos los servicios. Nos instalamos en la buhardilla, aunque habia sitio en las literas del piso principal. Despues de las duchas y de acomodarnos, vimos que la nevada habia seguido cayendo. Aprovechamos la tarde para descansar, charlar con los demas peregrinos y lavar la ropa.Los dueños son una pareja joven con una niña pequeña que gateaba por todo el salon. El marido es de Valencia y le preguntamos como había llegado hasta allí. Nos dijo que "la vida".
Estuve un rato en internet y buscamos palabras sobre las que teniamos dudas. Rafa devolvió el sombrero a su dueña, una señora de Navarra que hacia el Camino con su sobrino, Joaquin.
Al final de la tarde, casi de noche, llegó un ciclista. Venía desencajado por el frio, la nieve y la montaña que acababa de subir. Enseguida tomó algo caliente y se duchó. Al rato, ya había recuperado la compostura.
Despues, todos juntos, cenamos una paella "Leonesa", rara pero muy buena.
Lo bueno de los albergues privados es que no son tan estrictos como los municipales. Despues de la cena, nos permitieron quedarnos un buen rato en el salón. Yo me subí a descansar, pero desde arriba se oian las risas de los demas. Rafa disfruta muchisimo en esos ratos de tertulia.
Esa noche, a las 2 de la madrugada mas o menos, un señor extranjero se levantó y encendió todas las luces. Como la gente le decía que las apagase, el se enfadó y en su lengua nos decia que ya era la hora de levantarse. Creo que se despistó y de verdad creia que eran las 7 de la mañana. Al final, todo el mundo se volvió a dormir otro rato.
Este lugar si que es magico. Desde las ventanas se vian las montañas nevadas y nada mas. Solo silencio. Es un sitio para vol