lunes, 29 de junio de 2009

Día 20 de Junio – O Cebreiro – Calvor

Un poco preocupados por los que se habían salido a dormir fuera nos levantamos, aseamos y preparamos las mochilas. Como el día anterior se me hizo muy pesada la mochila, los chicos me quitaron algunas cosas. Salimos sigilosamente. Menuda sorpresa nos llevamos al salir a la calle. La niebla cubría todas las montañas y no se veía más allá de un palmo. Buscamos el sendero y empezamos a caminar. Ya creíamos que estábamos en el cielo de la tierra, pero no, aun nos quedaban algunas rampas que subir. Nada más salir del albergue, una cuesta estupenda.
Y luego una bajada hasta Liñares. Y una subida hasta el alto de San Roque, y una bajada hasta Hospital de la Condesa. Aquí un buen desayuno nos da fuerzas. Sobretodo yo salgo muy rápida. Los chicos se ríen de mí, porque dicen que menudo efecto me ha hecho la mantequilla. Seguimos caminando hasta una fuerte subida al Alto de Poio. Esta no nos la esperábamos. Tanto hablarnos todo el mundo de O Cebreiro y aquí teníamos una pequeña sorpresa. Unos de los chicos que se habían salido a dormir fuera se unió a mí en el camino y estuvimos charlando un rato. Era muy simpático y no se tomó a mal el tema de los ronquidos. Lo entendía, pero prefería dormir.
Después todo el camino transcurría por senderos preciosos. El rumor del agua se oía por todas partes. A veces pequeños arroyos cruzaban el camino. Grandes castaños y robles nos acompañaban. Algunos de tamaño realmente asombroso. Caminábamos a buen ritmo. Los tres íbamos muy animados, porque el día había salido soleado pero no muy caluroso y el silencio de las aldeas y campos nos dejaba la mente despejada, metiéndonos cada vez más en el espíritu de los peregrinos. Siempre nos pasa lo mismo. Empiezas a caminar con escepticismo, sin quitarte tus problemas de la cabeza. Pero al segundo día ya eres peregrino.
En Fonfria vemos de nuevo al grupo de gallegos. Fueron afectados por la reconversión industrial de Solchaga y como en Sagunto pasó lo mismo, se la tienen jurada al pobre Solchaga. Eso si, tienen un humor estupendo y nos reímos mucho con ellos.
Pasito a pasito nos acercamos a nuestro primer destino: Triacastela. Pero los chicos dicen que es demasiado temprano. Que podíamos seguir un poco más.
Nos reunimos. Y viendo el mapa y por lo que nos dijeron los demás, nos liamos la manta a la cabeza y decidimos seguir…¡¡¡ 13 Km. mas ¡!! Los mataré un día. Compramos atún, aceitunas, cervezas y cerezas. Una breve visita a la farmacia y de nuevo al Camino. En la reunión habíamos decidido seguir por la ruta que va por San Xil. Es mas corta y se evita pasar por Samos, un pueblo que se ha ganado la antipatía de los peregrinos por no cuidar de la tradición Jacobea.
Nada más coger el desvío nos disponemos a comer y buscamos una buena sombra. Un puente sobre un riachuelo nos gusta. La idea era refrescar un poco los pies, pero el agua estaba un poco inaccesible. Zarzas y ortigas rodeaban el puente y decidimos dejar lo del remojo de pies para otro rato. Pero el azar quiso otra cosa.
Después de los bocadillos tocaban las cerezas. Y al abrir la bolsa…¡¡zas!! La bolsa cayó al río. Miramos si se las llevaba la corriente, pero se quedaron paradas. Toda decidida y como me quería refrescar los pies, allá que fui. Aparté las zarzas y comprobé la solidez de un tronco para apoyarme y bajar. Y eso hice. Pero el tronco falló y baje como por un tobogán directamente al agua. Me hice varios arañazos en una pierna y pinchas por los brazos, pero nada grave. Lo peor estaba por venir. Ya no podía subir por el mismo sitio y el otro estaba lleno de ortigas. Nos pusimos hasta arriba de picaduras. Una vez que me ayudaron a subir nos partíamos de la risa. Había resultado muy divertido y es una pena que no tenga ninguna foto del momento glorioso en el que me caí a un río.
Recuperados comenzamos de nuevo la marcha. Nos esperaban 13 Km. Y la cosa no parecía fácil. La carretera y los caminos no iban llevando por aldeas diminutas. Sin nombre. Solo alguna casa, establos y unas iglesias miniaturas. Muy antiguas. Además, no se veía un cristiano. Solo alguna vaca de vez en cuando. Por eso, cuando al salir de una senda y llegar a una carretera vimos a dos chicas y un chico que llevaban a un bebé en brazos y un carrito nos quedamos asombrados. El bebé no tendría más de 6 meses y lo llevaban con una especie de foulard anudado al cuerpo. Venían desde Francia.
Cuando llevábamos más o menos 7 de los 13 Km. extras el agotamiento era total. No había albergue hasta Calvor, pero no nos veíamos con fuerzas. Mirando la guía vimos que en Pintin había una pensión y llamamos por teléfono, pero nos pidieron 60 Euros por dormir y dado que solo faltaban 2 Km. decidimos seguir. En la pensión nos hicieron unos bocadillos por si no podíamos cenar en el albergue. Nos dio un poco de aprensión porque la señora estaba jugando a las cartas y no sabemos como hizo para hacer los bocadillos tan rápidos. Corramos un tupido velo sobre la higiene, jeje…
La llegada a Calvor fue agónica. Íbamos literalmente reventados. Menos mal que era un remanso de paz.En el albergue no había nada, solo 8 peregrinos y al hospitalero. Eso si, mucho silencio y tranquilidad. Aprovechamos para lavar la ropa y descansar. Y después de todo, menos mal que no hicieron los bocadillos. Fue una cena frugal, pero al menos cenamos. Y otra cosa, a pesar de lo cansados que estábamos, Rafa y Javi se recorrieron 800 mt de ida y otras tantos de vuelta para…¡¡Tomar café!!
Como no, cuando volvieron ya había acabado con la ropa y dormía como una bendita. Ellos dicen que durmieron muy bien, y que este era un albergue de santos varones. Ni una cerveza ni una risa. Solo paz.

Día 19 de Junio – Villafranca del Bierzo – O Cebreiro

El albergue despierta temprano. Y nosotros no vamos a ser menos. Es curioso, los vascos de la tarde anterior, ahora se quejan de que no pueden dormir. Ya les vale. Nos aseamos y al Camino. La salida es por la calle del Agua, una calle muy antigua de grandes casonas. En seguida un puente nos saca del pueblo y bordeando el río Valcarce empezamos nuestra etapa del día. Las obras de la autovía han dejado la N-6 como carretera local y un andadero para los peregrinos. No es muy estético pero si es muy seguro. Además, el río se va oyendo constantemente. El agua va encajonada por el estrecho paso de las montañas y se oye con mucha fuerza. La naturaleza exhibe un esplendor emocionante. Venimos de Castilla y León y la diferencia es inmensa.
En poco rato llegamos a Pereje. La mañana es fresca y no tenemos problemas, por lo que vamos muy rápidos. Desayuno completo en un pueblo muy bonito. De nuevo rodeados de montañas, árboles y el río, seguimos marcha. Al pasar por Trabadelo unos castaños preciosos nos reciben en la entrada. También hay cerezos enormes. Pero tienen trampa: son silvestres y las cerezas estas muy agrias. Lo digo por experiencia, jeje Pasamos rápidos por aquí.
Los pueblos ya son gallegos 100%. Pero aún no son tan rurales. Se nota que por esta zona pasaba una carretera nacional y hay muchos servicios.
A esta altura conocemos a un señor de Frómista que tiene ¡¡ 83 ¡! años y que ha hecho el Camino 16 veces. Nos quedamos impresionados por su fortaleza y lucidez. Hace etapas cortas y dice que cree que es la última vez que lo hace, que sus hijos ya no quieren que se vaya solo. No creo que tuviera una muerte más feliz que siendo peregrino. Se quedó en Vega de Valcarce.
A la salida de Vega vimos en lo alto su castillo, pero no nos desviamos para visitarlo. Nos quedaba mucho que subir aún. Al paso por Ruitelan nos dio un poco de vertido ver los viaductos de la autovía. Altísimos.
En todo el camino vimos muchos animales variados: gallos, ardillas, caballos, vacas, cerditos y muchos gatos. A Rafa le encantan y no deja de mirarlos.
A buen paso llegamos a Las Ferrerias y a Hospital. Aquí decidimos almorzar los bocadillos que llevábamos. En una zona de descanso muy bonita y con una espectacular acequia nos damos un buen remojón. El agua estaba helada, pero nuestros pies recalentados lo agradecen. Javi y yo ya tenemos las primeras ampollas y nos curamos con mimo porque nos queda lo peor. No hemos tenido suerte esta vez, los primeros Kms. y ya vamos mal.
Nada mas salir de Hospital empieza la gran subida. Es por una carretera y hace calor. Menos mal que la sombra de los árboles alivia un poco. El desvío a La Faba nos descansa porque empieza bajando y por sombra, pero es una trampa. Enseguida empieza a subir de nuevo.
Llevamos 24.5 Km. y yo voy descompuesta. Calor y cansancio. Pido una reunión urgente con los chicos para intentar que nos quedemos en La Faba. No quieren ni oírme. Me quitan la mochila, me meten la cabeza en una fuente y me obligan beber Acuarius. Y me dicen que ni por asomo nos vamos a quedar allí.
Rafa lleva mi mochila unos 100 mts, pero en un momento de descuido Javi se la quita y sale muy rápido. No se como puede ir con 2 mochilas pesadísimas, andar deprisa y subir tamaña cuesta. Rafa se queda conmigo y me va animando.
Es aquí donde vemos un lagarto enorme. Lo tenía en mis pies y no lo había visto. Esta subida es una autentica tortura. El sol daba de pleno, eran las 2 de la tarde y aquello no se acababa. En un pequeño llano y a la sombra de un castaño Javi nos estaba esperando. Estaba agotado. Descansamos un poco y ya cogí yo mi mochila. Más de 2 Kms. me la había llevado.
A partir de aquí el camino era más llevadero. A lo lejos veíamos una gran nube de niebla que iba pasando por encima de O Cebreiro. Corría por la montaña como si tuviera vida. Era impresionante.
A las14.30 entramos en Galicia. Un poste indicador nos da la bienvenida. Aprovechamos para hacer unas fotos ya que el paisaje que estábamos dejando atrás era espectacular.
Animados porque ya quedaba poco, los últimos metros los hicimos rápidos.
Y había valido la pena subir hasta allí. Les agradezco de veras que no me hicieran caso. O Cebreiro es muy bonito. Un poco comercializado, turístico etc. Pero si consigues verlo con ojos de peregrino y ver la antigüedad del lugar, sus casas típicas: las pallozas, las vistas y la compañía de otras personas que han sufrido para subir hasta allí, se puede disfrutar del sitio mágico que todo el mundo dice que es.
El albergue es nuevo y con nuevas normas con respecto a los que habíamos dejado atrás. La Xunta ha creado una red de albergues muy nuevos, muy baratos y con un juego de sabanas desechables para cada uno. Es de agradecer. Eso si, a cambio están un poco pelados los baños y mas aún las cocinas. Supongo que será para que usemos los restaurantes, que también tienen que vivir.
Visita obligada al mini- pueblo. Al entrar en la iglesia nos sorprende que haya tanta gente y que los fieles estén oyendo un sermón en una pantalla de TV, como los partidos de futbol. Nos da mucha risa y nos salimos de la misma. Las nuevas tecnologías han llegado a la iglesia. Después nos entramos de la verdad: era un congreso de sacerdotes.
Como estamos tan cansados decidimos cenar pronto. Allí volvemos a ver al matrimonio de Mislata, Mª Jose y Manolo. Ya se entabla una conversación mas fluida y amistosa. Les decimos que visiten la palloza que hay como museo ya que es muy llamativa. Le tenemos envidia al trabajador que esta allí todo el día para enseñar esta casita. ¡¡Que morro!!
En la puerta del albergue conocemos a unos grupos de gallegos, de Burela, muy majos y simpáticos. Se llaman José y su hijo Iván, al que llevan engañado. Le dicen que van a hacer etapas fáciles y lo tiene fundido. Luis, al que todos llaman “Papuchi”, Javi y Oscar. Hay más gente y cada uno cuenta sus experiencias. Estos ratos de charla son lo mejor del Camino
Después de la cena en el Mesón Carolo, normalita, por cierto, la niebla lo cubre todo. Y la temperatura ha bajado bastante. Nos refugiamos en el albergue y cada unos hace lo que puede: Rafa y Javi oír música y yo leer. Nos dormimos como marmotas.
A las 2 de la madrugada me levanto al baño y veo a una pareja que esta sacando sus colchones al pasillo. Dicen que les molestan los ronquidos. Que finos. Por la mañana había tres. Dos de ellos eran los que estaban encima de Rafa y de Javi. Jejeje…en la segunda noche ya han echado a 3 de la habitación.

sábado, 27 de junio de 2009

Dia de llegada a Villafranca del Bierzo. 18 de Junio.

Unas inesperadas vacaciones nos llevó de nuevo al Camino. Es un mes estupendo y pretendemos acabarlo. Según todas las crónicas, nos queda lo mas bonito. Y también lo mas aglomerado. De momento, hacemos un viaje largísimo y llegamos a Villafranca del Bierzo con un calor extremo. 40º en el Bierzo. Algo nada común que nos deja sorprendidos.
Nos instalamos en el mismo albergue donde la última vez nos atendieron tan bien. Estaba la misma hospitalera y después una compañera suya. Las dos fueron muy amables. Nos habíamos llevado paella de casa pero Javi no se lo acababa de creer. Cuando la sacamos y nos pusimos en los platos nos supo deliciosa. Paella de Casa Mercedes en un albergue del Camino. Casi ná.
Intentamos descansar un poco, pero hacia tanto calor que no podíamos estar en la habitación. Además, había una pareja de vascos que hablaban por los codos. Decidimos salir a dar una vuelta por el pueblo. Antes de irnos vimos a una pareja que es de Mislata y que solo se quedaron a descansar un rato. Con el calor que hacia y decidieron seguir 5 Kms. mas. Nos dio algo de pesar verlos salir a las 5 de la tarde con un paraguas rosa y un sol abrasador.
El calor no nos permitía casi ni hablar. Visitamos las iglesias, conventos, casonas, callejuelas y ferreterías. De todo tiene mucho Villafranca.
Como habíamos decidido dejar el coche allí, fuimos a recogerlo para dejarlo en un sitio seguro, al lado de la oficina de Información, donde amablemente se ofrecieron para echarle un vistazo. Aprovechamos para comprar algo para la cena. A la vuelta vimos por un camino una culebra que nos dio un buen susto. Luego está el tema de los gatos. Tienen invadido el pueblo. Algunos preciosos y otros bastante pulgosos, metidos en casas abandonadas.
Ya en al albergue, cena y la típica charla con otros peregrinos. Algunos estaban haciendo etapas larguísimas. Les dijimos que estaban locos. Ya hablaremos después de locuras.Luego otra vuelta al pueblo para tomar café y a dormir. O eso creíamos. Al no estar cansados nos costó mucho. Además, eran casi las 11 de la noche y aun no se había puesto el sol. Espectacular la puesta de sol.

lunes, 15 de junio de 2009

Nuestro "Tesoro"...

Como sabeis el pasado 5 de Abril subimos al Tabalet a colocar nuestro Cache, o tesoro.....
Bueno, los tramites para publicarlo en la pagina oficial han sido un poco lentos, pero ya está.
A partir de ahora, los aficionados a esta actividad podran visitar tambien nuestro cache.

Os pongo el enlace por si alguien lo quiere ver.
http://www.geocaching.com/seek/cache_details.aspx?guid=a59499aa-ea27-4939-b45d-86a8d35761e3


Y si alguien quiere buscos otros "tesoros" por la Comunidad Valenciana, os pego este otro enlace:

http://www.geocaching.com/seek/nearest.aspx

lunes, 1 de junio de 2009

Dia 6 de Junio - En tren a Caudiel


La ruta de hoy ha sido deliciosa. Por las cerezas, por las risas, por el lugar y por la compañia.
El dia comenzó en la estación de Sagunto, donde los niños y algun acompañante cogimos el tren hacia Caudiel. Esta era la primera parte de la aventura. Este viejo tren que se desplaza lentamente por la ribera del Palancia, nos permitia ver el verdor de todo el valle, las aguas del pantano del Regajo, los ciclistas que viajan en tren para volver por la Via Verde y el desparpajo de los niños, que disfrutan con todas las experiencias.
Al llegar a Caudiel, nos esperaban Mireia y sus padres, Luis y los conductores que se habian ido en coche para poder bajar despues de comer. Un aire fresquito se notaba al bajar de tren.
Saludos y presentaciones de los que no se conocian y...Ale, que la ruta es dura, ¡¡¡en marcha!!!
Luis nos dirigia y callejeando, salimos de Caudiel en dirección a la Torre de Anibal. Nos dijo que estaba muy cerca, pero no esperabamos tanto!!!
Apenas salimos del pueblo, los primeros cerezos. Preciosos y repletos de rojisimas frutas. Las tipicas de la zona, muy oscuras y de rabo corto. Cogimos unas cuantas de un cerezo abandonado y continuamos el camino. Enseguida, un huerto donde un padre y un hijo estaban cogiendo la cosecha....¡¡ y menuda cosecha!! Dobladas estaban las ramas con su precioso cargamento. Nos quedamos unos minutos charlando con él y haciendo fotos. Un albaricoquero que habia 20 mt despues volvió a despertar la gula de todos. Pero estos huertos esta muy cuidados y solo uno se atrevió a coger 2 albaricoques. Buenisimos tambien.
Y a continuacion, el parque donde esta la Torre de Anibal. 500 mt. Todo un record. La ruta mas corta que hemos hecho hasta ahora.
Nos hemos preparado para almorzar y en poco rato hemos repuesto las energias que llevabamos taaaaaaaaaan desgastadas.
Una visita a la Torre, a la que hemos subido con mucho cuidado, pero que valia la pena. Esta restaurada, pero la han dejado de forma que se puede subir y hacerte a la idea de lo que era una torre de vigilancia. Se da la circustancia de que ahora tiene tejado, pero antiguamente no lo tenia, pues su mision era avisar a otras torres similares de ataques y lo hacian como en la peli El señor de los Anillos: encendiendo hogueras en la parte de arriba, para que fueran visibles desde las otras torres.
Despues del almuerzo, vuelta por el mismo camino donde hemos vuelto a comer mas cerezas. Teo decia que la Guardia Civil nos haria parar y todos los que tuvieran la lengua morada pagarian una multa. Presos nos habrian llevado a todos.
Nos hemos acercado al mercadillo y a pesar de que habia muchisima gente hemos podido ver los puestos de cerezas, como no!! y de otras muchas cosas. Artesania y gastronomia. Todo los necesario para pasar un rato entretenido.
Luis ha preguntado donde se estaba preparando la famosa "olleta" y un policia local le ha dicho donde estaban y que habian mesas en un local social para quien quisiera ir alli, y que tambien en este local se repartiria olleta. Nos hemos quedado un rato viendo como preparaban la comida. Una olla inmensa humeaba en una nave y ya se preparaban para ponerles las patatas. Debia de estar buenisima.
Despues de este paseo por el pueblo, Emilio, Carmen y Mireia se han marchado.
Como nosotros no teniamos donde comer, nos hemos ido hacia el local social. Nos hemos puesto en cola y mientras hemos visitado la iglesia barroca de Caudiel. Muy bonita y cuidada, sobretodo el Camarin, obra maestra del barroco valenciano. Luis tambien se ha ido con su familia, que ya le habiamos robado un buen rato y despues de darle las gracias por su amabilidad, nos hemos despedido hasta otra ocasion.
Al volver a la cola para la comida, Chon y los demas nos dicen que el local está reservado para 3 autobuses de jubilados y que solo si queda sitio podremos entrar y que la olleta hay que ir a recogerla a donde la estaban haciendo.
¿Os imaginais a 14 personas, cada uno con su plato, paseandose por el pueblo para ir donde estaban las mesas??
Pues eso, nosotros tampoco. Y ademas, los niños no querian olleta.Como llevabamos bebidas y algo de embutido y pan, los chicos y los niños se han ido hacia el parque de la Grieta, en la salida del pueblo, y las chicas nos hemos vuelto al mercadillo.
Hemos comprado longanizas, panceta, chorizos y demas cosas a la brasa, un pan de pueblo, jamon a la catalana, cerezas (otra vez) ,dulces y bebidas y en el parque, todos juntos, de pie, y con una sombra estupenda, nos hemos puesto como el Kiko. Me habria encantado probar la olleta, pero otra vez será.
Nos hemos reido muchisimo comentado la dureza de la ruta, para la que ya habiamos comido dos veces y picoteado varios kg de cerezas.
Despues de comer el calor apretaba, y con todos los bartulos habia que volver al coche. Hemos barajado la idea de volver por la Via Verde para bajar la comida, pero en lugar de eso, desde el parque sale un pequeño sendero que bordea un arroyo y por alli nos hemos dirigido hacia el pueblo. Menuda pinta haciamos a las 3 de la tarde con la nevera a cuestas!!!
Al llegar al tunel de la Via Verde, Javi ha comentado que si lo seguiamos llegabamos a la estacion sin atravesar el pueblo. Eso hemos hecho. Y las dudas de si llagariamos a la estacion o a Barracas nos han acompañado todo el rato. Eso si, el tunel estaba muy fresquito y daba gusto ir por el. Al salir del mismo un campo de cerezos abandonado nos ha convertido en delincuentes por un rato. La tentación de "robar" cerezas ha podido con nosotros. Teo padre lo ha pasado fatal, y con el miedo en el cuerpo, hemos salido del huerta al oir el ruido de un coche que llegaba. Disimulando, le hemos preguntado al señor por donde se iba a la estación. jejeje...¡¡no se ha creido nada!! Se nos notaba a la legua que eramos ladrones amateur.
Con calor, pero muy divertidos, hemos llegado a la estacion y cada uno en su coche, a su casita.
Ha sido un dia genial. Andar, lo que se dice andar, no mucho, pero si lo medimos en cifras, no ha estado mal.
Estas son las estadisticas de hoy:
-1 Hora de tren
-2 Almuerzos
-3 Pisos que tiene la Torre de Anibal
-4 Familias en ruta
-5 Niñas fantasticas ( y un chaval de 12 añazos)
-6 Horas en Caudiel
-7 Chicos para todo
-8 Reuniones para ver que haciamos
-9 Cervezas frescas
-10 Coca- colas
-50 Minutos andando
-100 Minutos descansado
-500 Mts de ruta
-1000 Mts de Tunel
-2000 Calorias por comida
-4000 Cerezas comidas o compradas.

Como veis, las cuentas no salen.
A ver si la proxima andamos mas y comemos menos.
BSS
PD: Muchas gracias a Luis Gisper por dedicarnos una mañana de sabado que tenia pensado pasar con su familia.
Gracias por todo.