Esta Semana Santa un grupo de amigos decidimos pasarla en la
Sierra de Cazorla. Dicho y hecho. Una vez puestos en marcha, con todo casi
organizado, nos dispusimos disfrutar de unos
días de ¿descanso? Jejeje. Por decir algo. La cantidad de sitios que queríamos visitar
y las rutas que queríamos hacer, no dejaban mucho tiempo libre.
En el viaje de ida decidimos parar en Alcaraz a visitar este
peculiar pueblo. Nos quedo muy claro que
hace muchísimo frio cuando hace aire, y que allí reside y trabaja la ultima
artesana de las alfombras de Alcaraz,
muy valoradas en el mundo entero. También vimos que se trata de un pueblo con
mucha historia como reflejan sus monumentos y sus calles.
Continuamos viaje hasta Cazorla, pero hicimos una parada en
casa de mi hermano para degustar unas típicas
migas de harina, que con todos los ingredientes que les sirven de guarnición,
resultó una comida de los más variada y colorida. La mesa estaba preparada para
poder degustarlas como antaño, es decir, la sartén en el centro, y todos alrededor. Los postres, el café y una
amigable charla, nos tuvo entretenidos toda la sobremesa. Muchas gracias a mi
familia por el recibimiento que nos hicieron y el trabajo que se tomaron.
Más tarde, un reconfortante paseo por la vieja Cazorla nos
llevo a descubrir su historia, sus callejuelas
y sus secretos. Entre ellos, que para poder edificar la iglesia de Santa
Maria a lso pies del Castillo, como no había plaza ni terreno llano, se hizo
una bóveda impresionante para salvar un importante riachuelo y hacer los
cimientos de la iglesia. Eso son obras, que resisten 500 años y más. Ya solo nos quedaba desplazarnos hasta Arroyo
Frio, lugar donde habíamos alquilado dos casas para pasar estos días. Una cena de tapas culminó un día ajetreado.
Al día siguiente, la ruta prevista requirió que los más
andarines madrugaran para hacer los 25 km que hay en el sendero del rio Borosa,
hasta la laguna de Valdeazores. Los demás, menos acostumbrados a estas distancias,
íbamos a hacer solo un tramo de 11 km.
Esto era lo previsto, pero las lluvias exageradas de este
invierno condicionaron un poco las caminatas de ambos grupos. Un derrumbe de
tierra, arboles y barro al comienzo del sendero hizo que todos nos llenáramos de barro hasta
las orejas, y lo digo literalmente. La muy
andarines dieron un rodeo y volvieron
hacia atrás para poder ver la Cerrada de Elias, impresionante estrecho con las
aguas a gran velocidad bajo los pies, ya que solo una pasarela metálica permite
el paso por la Cerrada. A partir de ahí,
todo el esplendor de la sierra les acompañó. El agua, siempre presente en riachuelos,
cascadas y saltos, les hizo desfrutar del paisaje y de la fotografía. Tardaron
6 horas en subir 15 km!!!
Las menos andadoras, nos volvimos desde donde estaba cortado
el sendero y disfrutando de la tranquilidad del día, les preparamos la comida a
los aguerridos senderistas. Una vez todos juntos, cansados pero contentos, nos
fuimos a nuestras casas a poner en marcha las chimeneas. Ardua tarea que Manolo
y Rafa consiguieron llevar a cabo para deleite de los demás. Por la
noche dimos un paseo por el pequeño pueblo para ver donde cenábamos y la buena temperatura nos invito a cenar en una
terraza cubierta. Craso error!!! Un chaparrón repentino que se acabo tan como
empezó, acabo con la buena temperatura. Menos mal que las chimeneas habían hecho
su papel y las casas estaban muy acogedoras. Un rato de charla y todos a descansar, que el día
había resultado largo.
El domingo amaneció lloviendo, y toda la noche había sido así.
Esto nos hizo cambiar de planes, ya que la ruta prevista, el sendero de la Osera, en la Sierra de las
Villas, estaba en malas condiciones
debido a las lluvias que desbordaban el pantano de Aguascebas y el fuerte desnivel de la
misma. Mientras dos parejas se dedicaron
a recorrer en 4x4 las zonas más inaccesibles
del Parque, los demás hicimos el recorrido facilito del mismo. La visita
a la Torre del Vinagre, y la pequeña ruta de la Cerrada de Utrero. También
pudimos disfrutar de la cantidad de agua
que llevan los saltos y ríos en esta zona. La cascada de Linarejos lucia sus
mejores galas para la ocasión.
A mediodía ya estábamos todos juntos de nuevo, y
pudimos compartir una deliciosa comida
en el restaurante Asador. Ya habíamos
cenado allí la primera noche, y nos volvió a sorprender la familiaridad con la
que los jabalíes acuden a las cercanías del pueblo para alimentarse. Parecen más domésticos que salvajes. La comida resultó de lo más divertido,
sobretodo por los rifirrafes que el camarero y nuestra nueva compañera Beatriz
sostuvieron toda la comida. Bea ha sido una gran adquisición para nuestro
grupo. Muy divertida.
El tiempo lluvioso y el calorcito de la chimenea nos
permitió dormir una siesta de las que hacen época!!!
Por la noche, los chicos organizaron una cena casera de lo más
apetecible. Tostaron pan en las brasas. Embutidos, quesos, pates, aceitunas y frutas. Una cena
deliciosa. Las bromas de Fernando, la
conversación y los gin-tonic amenizaron
la noche.
Para terminar nuestro viaje, pasamos por la cooperativa de
Santo Tome a comprar aceite y
despedirnos de mi familia. Desde allí, nos dirigíamos a Baeza, a hacer una
breve visita. Pero la lluvia, las obras y un GPS algo patidifuso, nos llevaron
literalmente, por los “Cerros de Ubeda”. Un rodeo sin precedentes por los olivares,
que sirvió para que mis amigos conocieran la Andalucía rural y esplendorosa, con los olivos cubriendo
las inmensas lomas. Terminado el “rodeo”
de 25 km, llegamos a nuestro destino, el museo
de la cultura del aceite, en Puente del Obispo.
Una antigua hacienda, la de la Laguna, que se ha convertido
en una fundación para proteger el legado cultural del aceite de oliva. Una muy
interesante visita. El complejo dispone de una Escuela de Hostelería, donde
degustamos una excelente comida. Este
fue el punto final de nuestro viaje. Alguna cosas han quedado en el tintero,
pero será para la próxima vez.
y las demas fotos, con musica
Y Gracias a todos por la paciencia. Y a Vicente, Jose Manuel y Manolo por las fotos. Dedicado a Paco, Manolo y Begoña, que los echamos muchisimo de menos.
5 comentarios:
Gracias Merche! Precioso resumen... Gracias x la excelente organización y x darnos la oportunidad de conocer tu maravillosa tierra y familia... Sin ninguna duda, viaje para el recuerdo! Mª Ángeles
Q genial la organización antes ,durante y después del viaje .
Un recuerdo ideal xa esos DIAS tan geniales ,q pasamos .
GRACIAS ,por hacerme participe de ellos ,Merche perfecto todo :lugar ,compañía (Un 10 ) ,DESAYUNOS ALMUERZOS COMIDAS Y CENAS .
Muak a todos . ;)
Vaya panda más estupenda, vaya lugares más espectaculares, y esa gastronomía ... ¡Lo que me perdí !
Muchas gracias por la dedicatoria ... yo también os eché de menos.
Ah! y se me olvidaba ...
Francisco humildemente os BENDICE desde estas páginas...PAZ Y AMOR para todos...Amén.
Un beso.
Si que fue un viaje pasado por agua....
Pero veo que lo pasasteis muy bien.
Las fotos muy chulas
Un beso
Me ha dado tanta envidia el reportaje que lo he decidido... este año organizo una escapada con mi familia a la sierra de Cazorla.
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