martes, 28 de abril de 2009

11 Abril 2009- El Burgo Ranero- Mansilla de las Mulas

Otro día que madrugamos. Es lo normal. Además, hacia un frió tremendo.
En el salón del albergue desayunamos las viandas que habíamos comprado el día anterior. Lo que mas nos suele gustar es desayunar/comer/cenar en el albergue. Es como que hay mas ambiente peregrino. Y como todo el mundo lo hace a la vez, parecemos un gran equipo con una meta común: llegar al final de la etapa.
Con esta idea, salimos al Camino. Lo primero que vemos es la Laguna de las ranas. En esta fresca mañana está muy bonita. La dejamos atrás sabiendo que lo mas pintoresco que vamos a ver en casi toda la etapa es esta laguna y nuestras sombras al lado del Camino.
Los andaderos hacen que sufras mas de la cuenta caminando. Vas al lado de una carretera y el ruido de los camiones, el polvo y la velocidad de los coches se hace muy pesado. Un senderista se agota con las subidas y bajadas y a veces deseas un sitio llano para descansar, pero si caminas en llano y no ves el final a lo lejos....¡¡UFFF!!...esto también agota.
Después de ¡¡3 horas así!! nos acercábamos a Reliegos y en una zona de descanso vimos una mesa inmensa, de 2 x 3 mts y decidimos descansar allí y almorzar. Alguna naranja valenciana que nos quedaba nos supo a gloria.
En honor a la verdad, hay que decir que estas zonas con mesas y sombras que hay cada pocos Km.se agradecen en verano sobretodo.
Recobradas las fuerzas y animados porque la etapa era corta, caminamos deprisa.
Antes de Mansilla vemos una nueva área de descanso muy moderna y acogedora.
Poco después llegamos a Mansilla, pueblo amurallado que nos sorprendió por lo bonita que es la entrada.Se trata de la Puerta de Santiago y aunque no esta completa,hace que te sientas como debieron sentirse los antiguos peregrinos: protegidos y a salvo de todo.
A la una ya estábamos en el centro del pueblo, buscando el albergue. Este se encuentra en una calle típica, en una casa antigua habilitada para ello, con un patio encantador y con todo el sabor de los auténticos albergues. Allí reina Wolf, hospitalero, amigo, narrador de aventuras propias y de otros peregrinos. A José Manuel H. y Lucia los conquistó con su forma de recibirlos.
Unas compras para la cena y después, una buena comida para el peregrino en la Albergueria del Camino.
Después, un paseo por este pueblo sorprendente. La visita dura poco rato, pero tiene muchos sitios que ver: las murallas por el exterior, la Puerta de la Concepción, El Postigo, el Museo Etnológico, la plaza del Grano, etc.
También nos enteramos de que una obra clásica de la picaresca española como "La Picara Justina" está ambientada en este pueblo. Y además, como el río Esla lo rodea, los vecinos han aprovechado las choperas al lado del río para tener y disfrutar de un parque precioso y relajado.
Un café, una charla y un descanso terminan una tarde muy agradable.
Y llega la hora de la cena. Al fin vamos a hacernos nuestra cena, compartirla con otros peregrinos, charlar con ellos, etc.
Mientras preparamos todo, nos hizo mucha gracia ver a José Manuel H. mirando atentamente un gran mapa con todos los Caminos que cruzan el norte de España, calculando los días que nos costaría llegar a Ponferrada, su meta .Es curioso, porque aún no tiene 12 años y le interesan cosas que no es normal que le gustan a los niños de su edad.
La anécdota surge cuando un grupo muy variado (en cuanto a nacionalidades se refiere) estaban haciendo pasta y tortilla de patatas. Nos ofrecieron de todo y los niños aceptaron un plato de pasta. Nosotros les ofrecimos ensalada y queso, nos enviaron vino...y les devolvimos mas queso.
Casi sin entendernos, las risas y la camaradería fue lo mejor de la cena.
A la hora de dormir, la cosa se complica a veces. Lo intentamos de veras, pero hubo un momento que Rafa y yo nos tuvimos que salir de la habitación porque no partíamos de risa: los ronquidos y resoplidos eran la mar de graciosos (de ronquidos de león, pasaban a silbiditos de globo pinchado). Esas cosas que pasan cuando duermes con mas gente.
Al final, nos bajamos al salón donde aún quedaba gente y seguimos disfrutando de un rato más de charla.
Un día especial en una etapa que tampoco prometía mucho.Al menos la visita detallada de Mansilla no debería perdersela nadie.

4 comentarios:

L. Gispert dijo...

Hola, Merche, sigo con mucho interés tus crónicas, y tal como las narras parece que estemos a vuestro lado observando las maravillas del Camino, envueltos en ese hálito mágico que te atrapa desde los primeros pasos. Nos haces partícipes de unas memorables vivencias, que me gustan mucho.
Con mi cordial saludo.

José Manuel dijo...

Hola, Merche, yo tambíen he leído tus tres cronicas que tienes por ahora y tambíen me han gustado mucho.
Enhorabuena.

Anónimo dijo...

Hola Merche:YYYYYaaaaa,date prisa a reletar las cronicas pues me tienes intrigado, me gusta la forma de relatarlo igual con tu permiso me lo copio. Nosotros gracias a....llegamos completos a Santiago, ya hablamos una de estas salidas juntos, vesos de Mari y mios

Merche dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios.
Estoy un poco perezosa, pero poco a poco acabaré escribiendoo lo todo.
mientras, podeis leer las descripciones de J Manuel, en su blog, cuyo enlace se llama :
http://blogcalajordan.blogspot.com/