10 Abril 2009 - Terradillos de los Templarios- El Burgo Ranero

Amanece temprano en los albergues. Y más el primer día. Los niños estaban emocionados y aunque estaban en otra habitación, se les oía el trasiego recogiendo sus cosas.
Nosotros tambien fuimos rápidos de modo que las 7 ya estábamos en el patio esperando que el hospitalero abriera el comedor, donde nos sirvió un desayuno estupendo para empezar el día con energia.
La mañana amanecía fresca y húmeda, pero de momento, solo las capuchas no cubren un poco.Los campos de Castilla, tan bonitos en primavera, aparecian radiantes de nuevo, con el trigo naciendo y las nubes en el cielo. Nuestra primera flecha amarilla era muy chula.
A buen paso llegamos a Moratinos, pueblo donde vimos unas cuevas en la montaña, con puerta y que supusimos eran bodegas o criadero de setas.
Con esta mismo ritmo, los pueblos pasan rapidos.De San Nicolas de Real Camino a Sahagún caminamos por un andadero al lado de la carretera, penitencia que debemos pagar los peregrinos modernos en casi toda Castilla/Leon, ya que los caminos autenticos hace años que desaparecieron. Solo a la entrada de Sahagún un devio nos lleva hasta la Ermita de la Virgen del Puente, que junto al puente medieval que le da nombre forman un conjunto armonioso para descansar un rato.
Seguimos hasta el pueblo y tratandose de uno tan grande decidimos almorzar en un bar que hay al lado del albergue, La Codorniz. Unos bocatas de tortilla de patatas con pimientos "morrones" causaron las risas de todos durante un buen rato. Los buenos bocadillos son exclusivos de la zona de Levante.
Con ese pan que tienen, buenisimo por cierto, es dificil de hacer bocadillos. Es mas fácil pedir un "pincho".
Al salir del bar, nos topamos de golpe con una procesión. No quiero ofender a los vecinos de Sahagún, pero las imagenes de sus procesiones son bastante feuchas.
En fin, poco a poco, salimos del pueblo por otro puente medieval, que junto al Arco de San Benito , un cruceiro y la iglesia de S. Tirso nos dejan en la retina una imagen muy agradable de Sahagún.
Pero la ruta sigue, y sin pausa vamos buscando con atención el desvio que hay nada mas salir de Sahagún y que divide en dos el camino. Nunca tienes claro si vas a acertar o no, pero la decisión la tienes que tomar en un momento y nosotros decidimos seguir por el andadero al lado de la carretera hasta El Burgo Ranero. Nunca lo sabremos, pero quizas ha sido uno de los errores, ya que caminar tanto por los andaderos, agota.
Antes de llegar a Bercianos, una gran tormenta de granizo nos cayó de golpe. Casi ni tiempo de ponernos los chubasqueros tuvimos. Asi caminamos un buen rato, y aunque a veces dejaba de granizar,el agotamiento de la lluvia, y lo larga que habiamos programado esta etapa fué dejando su huella en nosotros.
Un mensaje escrito en la tierra, de Rafa y los demas dandonos animos nos levantó un poco la moral a Julia y a mí, que como siempre, ya ibamos las ultimas.Vimos algo curioso y fue al empleado de un albergue repartiendo a cada grupo de peregrinos folletos del albergue "La Laguna". Luego entendimos porqué.
A las 4.30 llegamos al Burgo Ranero. El albergue municipal estaba lleno (ademas, tenia una pinta horrible) y al buscar en otro...¡¡sorpresa!! solo el albergue "La Laguna" tenia sitio. Ademas, tampoco mucho. En un barracón con literas nos instalamos nosotros tres, pero nuestros amigos tuvieron que coger una habitacion para los cuatro.
Descansamos un rato en el patio del albergue, que esta vez sí, estaba muy bien para relajarse y con un jardin y un salón para poder estar en compañia de los demas. Despues dimos un paseo por el pueblo y por la laguna que hay en la puerta del Albergue, donde las ranas que dan nombre al pueblo no dejaron de croar ni un momento. Momento divertido.
Luego la cena. Y nueva sorpresa. El unico bar en condiciones, es del mismo dueño del albergue.
A pesar de todo, la cena estaba bien y nos fuimos a descansar despues de esta etapa tan dura por lo larga que ha sido (32 Km). A la familia Calatayud les salió un poco mas caro dormir, pero al menos se libraron de los ronquidos sublimes de esa primera noche de cansancio y de dormir sin calefaccion, ya que hizo mucho frio y no quisieron poner ni un radiador.
Etapa que habia que pasar,poco agradecida en cuanto a paisaje y monumentos. Etapa de transito.