lunes, 18 de mayo de 2009

17 Abril 2009 - Ponferrada - Villafranca del Bierzo

Nos levantamos temprano y nos preparamos un desayuno muy casero en el albergue. Se acercaba un momento un poco triste. Lucia, Jose Manuel H, Julia y Jose Manuel P se despedian. Habian cumplido su meta. Incluso habian recorrido mas etapas de las que pensaban al principio. Seguiran en otra ocasión. Antes de irse, nos hicieron un ultimo favor: nos llevaron el coche a Villafranca del Bierzo.
Entonces nosotros nos pusimos nuestras mochilas y empezamos a nuestra ruta. Mi costipado seguia mal y ni siquiera el Flumil aliviba mi malestar. Cuando estoy costipada me cuesta más respirar y me paso el día con ganas de vomitar. Cosas mias,que no sé responder a los apremios de un simple costipado.
Estaba amaneciendo cuando volvimos a pasar por el Castillo Templario. Era impresionante con el cielo nublado. Cruzamos las calles medio desiertas a aquella hora, la calle del reloj, la plaza de la iglesia y unas escaleras de bajada que me hicieron acordarme de todos los ingenieros que diseñaron el Camino. Cuando llevas caminado 8 días, un desnivel como el bordillo de la acera es infranqueable. Y menos una calle entera llena de escalones.
Y asi, poco a poco, fuimos saliendo de Ponferrada. La dejamos atras viendo las montañas que los días anteriores habiamos cruzado. Daba vertigo pensarlo. Tan altas y tan nevadas. UFFFF. De su riqueza industrial y ciudad de servicios dan fé las afueras. Urbanizaciones con grandes jardines, avenidas y chalets preciosos nos acompañaron hasta los siguientes pueblos, que pasabamos sin darnos casi cuenta de que ya estabamos en Compostilla y Columbrianos. A mi me encantan los jardines y aqui pude disfrutar de ver algunos preciosos. Estan cuidados, pero ademas, el microclima que disfruta esta zona hacen que crezcan frondosos. Como muestra una foto: una planta que yo conozco como "Mundo" lucía asi de impresionate.
En 2 horas nos plantamos en Camponaraya. Habiamos ido por una vega fértil, pausada, con huertos pequeños, caseros, con muchas flores en las vallas. La gente iba y venia a comprar el pan, a dar un paseo, montar en bici, etc. Vamos, disfrutando de la mañana. Caía una fina lluvia, pero a nadie parecia importarle. En Camponaraya había una casona que debió de pertenecer a algun miembro de la nobleza. El escudo y la majestuosidad de todo el edificio asi lo demuestran. A la salida del pueblo había unas bodegas muy grandes. Era una cooperativa que ha señalizado muy bien todo el tramo de Camino que pasa por su propiedad. Muchos deberian aprender de su ejemplo.
Atravesando estas viñas tan bien cuidadas nos cruzamos con dos peregrinos. Yo iba con la cabeza gacha y no los vi hasta que estaban a mi altura. Los dos llevaban las barbas largas y me parecieron extranjeros por el aspecto. Como me llamó la atención que iban al reves, les hice un gesto de que era para adelante, no para atras. Entonces el mas mayor me dijo: No "zeñora", que "nozotro" ya "hemo" "llegao" a Santiago, a Finsterre y a Muxia, que "llevamo" 3 "sertificaos de ezo".... Claro, me hicieron muchisima gracia y les pregunté que como era que volvian andando y me dijeron: "andando vinimo y andando volveremo". Y de donde sois, pregunté? De "Cai" me dijeron con la mejor de sus sonrisas. Espero que hayan tenido Buen Camino hasta allí, porque con la ida y la vuelta, mas de 2000 Km llevaran en sus pies.
Seguimos la ruta por los viñedos, que hasta asientos para descansar tenian. Esta etapa estaba trascurriendo con mucha calma y serenidad. El ondulado paisaje no cansaba ni la vista no los pies. Rafa y Javi aprovechaban para charlar, reir y contarse sus cosas. Yo iba a lo mio, las fotos. Algunas muy bonitas las hicimos al pasar el riachuelo Magaz, ya que en sus orillas hay una chopera que en verano será un alivio.
Despues de cruzar una carretera llegamos a Cacabelos, un pueblo muy pintoresco donde pensabamos almorzar. Rafa iba delante y Javi y yo charlando detras. Entonces un señor nos vió y despues de desearnos Buen Camino nos recomendó que nos comprasemos algo en las tiendas del pueblo, que en los bares daban unos sablazos.... Dicho esto, y cuando aún no se había retirado el señor ni 5 mt de nosotros, sale Rafa de un local y nos dice que ya sabe donde vamos a almorzar. Nada y nada menos que en un restaurante de todo lujo llamado "la Moncloa" que es una preciosidad. Forma parte de una cadena que se llama Prada a Tope. El señor nos miró con cara de decir: estan locos!!
Nada de locos. Nos sirvieron una tortilla de patatas y pimientos buenisima, unas morcillas del terreno que no estan embutidas, sino que sirven en un plato el relleno y un pan de hogaza que quitaba el hipo. Unas buenas cervezas y una mesa en un mirador. Y despues, unos cafés de puchero, tipico de la zona.Muy bueno.
Debimos de dar tanta envidia que un peregrino ingles que tomaba una cerveza con otro se acercó a nuestra mesa para preguntar que era aquello que comiamos. Era dificil explicar lo que es la morcilla, pero para salir de dudas no se lo pensó, nos cogió un trozo de pan y se puso encima una cucharada. Se lo comió en un plis-plas y nos dió las gracias. Luego vimos que le preguntaba a la camarera por la morcilla. Estuvo divertido.
Nos hicimos unas fotos en el local, ya que iba a ser nuestra ultima gran comilona en esta temporada. Ya habiamos decidido que al llegar a Villafranca nos ibamos para casa. Todo el pueblo es muy bonito y está muy cuidado. Habiamos recuperado fuerzas y todo nos parecia ideal. Pero nuestros pies iban notando las horas y los Km.
Despues de cruzar Cacabelos y el rio Cua, en poco rato llegamos a Pieros. Y aqui tengo que describir otra tomadura de pelo. Segun nuestro mapa, al salir de Pieros, estaba el desvio que nos llevaria casi recto a Villafranca. Pero algun listo, o mas de uno, se han dedicado a poner flechas amarillas por todos lados para desviar a los peregrinos unos 200 metros antes, por un camino de campo que nos lleva a una aldea, dando un rodeo de ¡¡3 Km!! con la unica intencion de que pasasemos por alli, donde propietarios de chiringuitos sin escrupulos salian al Camino a ofrecerte bocadillos y bebidas.
No les sirvio de nada, ya que a esas horas vas tan cansado que solo piensas en llegar a Villafranca y esos 3 Km son un martirio. Notabamos que ibamos dando un rodeo, pero nos parecia tan increible, que no nos lo creimos hasta que llegamos al albergue. Alli nos encontramos otra vez con Joaquin y su tia y nos explicaron la trampa.
Hay que decir que a pesar del rodeo, el paisaje, entre viñas y pinos solitarios, cerezos esplendidos y plantas con muchas flores, era precioso.
Al llegar a Villafranca del Bierzo dejó de llover. Y nada mas llegar, el albergue y ...¡¡nuestro coche.Este albergue está muy bien situado y nos atendieron muy bien.
A su lado está la iglesia de Santiago, con la puerta del Perdon. Todos los peregrinos que llegaban aqui y no podian continuar por enfermedad u otro motivo, recibian "La Gran Perdonanza", igual que si hubieran llegado a Santiago. Es la unica iglesia del Camino que tiene esa prerrogativa.
Despues de cambiarnos de ropa y calzado, con el cuerpo cansado y la mente despejada, nos despedimos del Camino hasta la proxima vez.

1 comentario:

José Manuel dijo...

¡¡¡Muy bién Merche!!!! Ya has acabado todas tus etapas. Por ciero esta última etapa que hicisteis és muy bonita... excepto por la trampa. Las fotos que has hecho son muy chulas, y tu descripción sobre esta etapa tambíen.