viernes, 25 de julio de 2008

Etapa 7










Día 29 Julio de 2007– 7ª etapa
Logroño – Najera
Se prepara una etapa larga: 31 Km. Y solo un pueblo en medio, Navarrete.
Salimos muy temprano del albergue, a las 5.15. Los primeros. Doy fe porque abrimos nosotros la puerta. Mientras desayunábamos vimos que nos habían quitado una botella de agua que habíamos puesto a congelar. Nos cabreamos bastante, ya que nos han dicho que no hay ni bares ni fuentes en un camino tan largo, pero después nos enteramos que no dejan congelar agua, ya que los congeladores se utilizan para poner hielo para los pies. Bueno, como no lo sabíamos, nos perdonaran la nota que pusimos en la nevera ¡¡Glup!!
La salida de la ciudad es más bonita que la entrada. Se sale por un parque y continúa por unas sendas que nos van llevando hasta un pantano que está a las afueras de Logroño. De día las vistas serán estupendas, pero como es aún de noche sólo notamos los miles de mosquitos que hay alrededor del pantano. Nos ponen guapas a las dos. A Rafa, como siempre, ni le pica nada, ni le duelen los pies, ni nota la mochila, ni se quema por el sol. Parece que haya nacido para ser peregrino.
En el pantano vemos muchas cosas a pesar de la hora:
-Unos jóvenes que aún no han acabado la fiesta y están medio ligando.
-Unos patos y patitos dando su primer paseo del día.
-Un hombre con un spray pintando banderas e insultos racistas en los carteles de madera del parque. Cuando nos ve llegar, trata de esconderse.
-Conejos y una madriguera al lado de los conejos con unas huellas muy grandes ¿Un zorro?
Aquí nos adelanta la primera pareja, que solo conocemos de vista, pero que después serán del grupo “guay”, Cristhian y Odile. Son muy serios y educados y se les nota que tienen mucha costumbre de andar.
El primer tramo hasta Navarrete se nos da bastante bien y en la entrada de este pueblo vemos las ruinas de un antiguo hospital de peregrinos. Fotos, como no!!
En una fuente bebemos agua y nos adelanta otro conocido de vista, Eric, que pensamos que no nos entiende y le decimos algo, como enfadados de que nos adelante y nos contesta en perfecto castellano algo así como que nosotros madrugamos pero después paramos mucho. Él dice que no para casi nada. Solo toma café de pie en un bar, no como nosotros que nos sentamos. Hablando de todo, nada mas saludarle nos paramos a desayunar!!!! Y sentados en el bar vemos pasar otros compañeros.
Al final de la jornada, los del grupo de “cabeza” nos pasan todos.
Vamos, nos adelanta hasta Marta, la viguesa que tiene una lesión en la rodilla!!
Conforme llegamos a Nájera el olor se hace insoportable. Hay una fabrica de estiércol y eso hace de estos 3 o 4 Km. que nos faltan verdaderamente insufribles. Cuesta hasta respirar. Mari se adelanta un poco y cuando la cogemos la vemos sentada en un sillón que está en medio del campo. Unas risas.
Y menos mal que tenemos humor, porque el pueblo tiene una entrada fea con ganas. Podían cuidar mas este tema. En La Rioja pasa en casi todos los pueblos.
Le preguntamos a un señor que cuanto falta para el albergue y nos dice que 10 min. Como es domingo y no sabemos como estará el tema, en un tiendecita que vemos abierta compramos un melón, Acuarius y agua. Rafa ha ido delante para coger sitio en el albergue, que presumíamos lleno por la cantidad de gente que nos adelantó.
Pero de 10 min. nada!!!!...! 1 h. después aún vamos con el melón a cuestas. Ya no nos podemos reír de él del medio melón!!!
Eso sí, al llegar hay una explanada de césped junto al río donde descansamos hasta que abran.
Hemos andado 8 h. y este descanso nos viene muy bien. Además todos los que nos habían adelantado estaban allí y de nuevo risas a costa de lo lentos que somos.En realidad después llegan muchos más, pero es que este grupo son unas liebres.Son:
Eric, suizo que viaja solo.
Marta, de Vigo, viaja sola.
Carmen, de Valencia, viaja sola.
Joseph, de Alicante, viaja solo.
Una chica pelirroja muy mona, viaja sola.
Dos chicos vascos, los “ patxis”, viajan en pareja.
Carlos, de Orense, viaja solo.
Y nosotros, que somos las tortugas y que viajamos en trío.
Los siguientes días se irán añadiendo otros, y algunos nos dejan.
Nos pasamos un buen rato allí, entre todos acabamos con el agua, con el Acuarius y nos reímos un poco.
Cuando ya abren nos dedicamos a lo típico, la ducha, colocar las cosas en la litera asignada, lavar la ropa (aquí ponemos la lavadora) y luego buscar donde comer. Nos recomiendan El Buen Yantar, un mesón donde ponen menú peregrino, pero la verdad es que comemos muy bien. Cocina casera típica del lugar, como los reyes. Patatas a la riojana lo que mejor, y unos solomillos a la brasa también muy buenos.
Volvemos a ver al italiano “timando” a otro grupito. Es un tipo simpático. A lo mejor no tima a nadie, solo es que es muy hablador.
Paseo por el casco antiguo de Najera, que mejora con respecto al resto del pueblo. Es un pueblo con mucha historia, y el monasterio es muy bonito.
Sobretodo es bonito el margen del río. Y las miles de flores que crecen en las plantas del cauce. Además el agua se ve limpia y fresquita
Rafa y Mari juegan como niños.....
Este rato de paseo y relax es muy bueno para nuestro animo....
También conocemos a Rosa, de Tarrasa que nos dice que es muy feliz, ya que le gusta ser positiva y se emociona con todo. También a ella la trató muy bien Sayo, en Monjardín. Nos cuenta que conoce el lenguaje de signos porque se dedica a cuidar niños con problemas y que así se entendió con una francesa. La vemos después varias veces y nunca pierde la sonrisa. A veces se para a observar unos pájaros. Otras, para saludar a los peregrinos.
Yo creo que está un poco depre. Cenamos el melón con ella en el césped y después nos recogemos a descansar.
Al albergue viene un sacerdote y se ofrece a dar la bendición a todo el que lo desee. Yo no soy creyente, pero este hombre nos habla de la comarca, de las razones para peregrinar en estos tiempos, de la cultura del vino, de los monumentos que vamos a encontrar en los próximos días, etc. Nos dijo hasta lo que comen los Reyes cuando vienen a Rioja: patatas a la riojana y chuletas.
Menuda diferencia con el cura de Roncesvalles.
El albergue regular. Demasiada gente, demasiado calor y huele mal (como a humanidad??) Cogemos los sacos para dormir la siesta en el césped. Eso sí, la chica hospitalera es un encanto. Le cura las ampollas a todo el que se lo pide, sin decir que está cansada ni poner una mala cara. Es de Austria y su mes de vacaciones lo dedica a ser hospitalera 15 días y caminar otros 15.
Aquí conocemos a una pareja del Puerto de Sagunto. Como NO!!
Al final ventilan bien el albergue y como estamos tan cansados, dormimos cono lirones.
Después de todo, el albergue “pestoso” no está tan mal.
Otro día que ha estado muy bien, a pesar de todo.

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